Salud
Francesca Cañellas: «El insomnio puede desencadenar en patología mental»
Dra. Francesca Cañellas, psiquiatra especialista en trastornos del Sueño, Coordinadora de la Unidad de Insomnio y trastornos del ritmo circadiano del Hospital Quirónsalud Palmaplanas y Coordinadora del Grupo de Sueño de la Sociedad Española de Psiquiatría, responde a diez preguntas clave relacionadas con el problema del insomnio.
1. ¿Es cierto que no importa tanto la cantidad de horas que dormimos, sino cuánto las aprovechamos?
Es cierto a medias. La cantidad de horas depende de las necesidades individuales de cada persona y de otras más generales como la edad, la existencia de enfermedades, etc. En cuanto al aprovechamiento, lo llamamos «calidad del sueño», un concepto que hace referencia a la profundidad del sueño, así como a su continuidad, la presencia de despertares nocturnos y el sueño reparador es el sueño estable.
2 ¿En qué casos la falta de sueño y descanso puede ser mortal?
El único caso en que el insomnio puede ser mortal es por una encefalitis llamada «insomnio fatal familiar», una enfermedad hereditaria muy poco frecuente. En los demás casos nadie puede morirse por no dormir, a menos que se lo impidan. El insomnio forzado es una de las formas de tortura más brutales que existen. Pero en los casos en que una persona no duerme, a pesar de tener la posibilidad de dormir, nunca se han producido trastornos irreparables. Lo que ocurre muchas veces es que hay una mala percepción de la cantidad de sueño y la persona cree dormir menos de lo que en realidad duerme. Esto lo hemos comprobado muchas veces cuando hacemos polisomnografias nocturnas, en que la persona piensa que ha dormido tres horas cuando en la lectura del trazado se suman seis e incluso siete horas de sueño.
3. Se estima que los casos de insomnio han aumentado un 20 por ciento. ¿A qué se debe?
En las sociedades occidentales el aumento del estrés se asocia con el incremento de los síndromes ansiosos y depresivos. La mayoría de enfermedades mentales cursan con insomnio y, a su vez, éste es un factor desencadenante de enfermedades mentales como la depresión. Probablemente, el aumento del insomnio sea debido al aumento en la frecuencia de enfermedades mentales.
4.¿Qué papel juegan las unidades multidisciplinares del sueño?
Los trastornos del sueño: insomnios, hipersomnias y parasomnias son enfermedades que precisan una valoración multidisciplinar; ninguna especialidad médica tiene la exclusiva del estudio de los trastornos del sueño. Las unidades multidisciplinares del sueño son unidades funcionales en las que trabajan juntos diversos especialistas en medicina del sueño, cada uno aportando su conocimiento especializado al conjunto para el tratamiento de los diferentes trastornos del sueño. Las especialidades más frecuentes son neumólogos, neurólogos, psiquiatras, otorrinos, pediatras, también cirujanos maxilofaciales, psicólogos.
5. ¿En qué consiste el tratamiento cognitivo conductual para el insomnio?
Bajo esta denominación se incluye una combinación de técnicas psicoterapéuticas de duración limitada en el tiempo focalizadas en el sueño. Incluyen intervenciones psicológicas de tipo cognitivo, sobre las creencias del paciente acerca de su sueño; de técnicas educativas, acerca de conductas favorables para conseguir un sueño más reparador e informando al paciente acerca de la higiene del sueño y técnicas de tipo conductual, como la restricción del tiempo en cama, el control de estímulos y las técnicas de disminución del estrés. El objetivo de estas técnicas es cambiar los factores que inducen a la cronificación.
6. ¿Qué perfil de pacientes se puede beneficiar?
La psicoterapia cognitivo conductual en grupo está indicada especialmente para personas con insomnio primario crónico. También para personas que lo padecen asociado a enfermedades crónicas, algunos pacientes con psicopatología leve y pacientes con dependencia a hipnóticos. La terapia no está indicada para personas con insomnio transitorio o insomnio secundario a enfermedades físicas severas o psicopatología mayor.
7. En su unidad incluyen técnicas de «Mindfulness» en el tratamiento del insomnio. ¿De qué se trata?
«Mindfulness» o atención plena es una técnica terapéutica basada en la meditación consiste en «prestar atención de forma particular, con intención, al momento presente y sin juzgar». Diversos estudios han comparado las técnicas de Mindfulness con otras utilizadas para combatir el insomnio y concluyen que las personas que han recibido un entrenamiento en «Mindfulness» muestran mejorías importantes en la calidad del sueño. Además, esta mejoría se incrementa con el paso del tiempo y se acompaña de menor cansancio durante el día y una mejoría en el estado anímico.
8. Frente al uso de somníferos y tranquilizantes, ¿qué papel juegan los preparados a base de plantas medicinales?
En mi opinión, un papel muy marginal. Sabemos que algunas plantas como la valeriana y la parsiflora son relajantes y se utiliza esta acción para mejorar la inducción al sueño. Pueden ser útiles si se emplean de manera transitoria en casos de insomnio leve o agudo relacionado con alguna situación estresante tanto laboral como familiar etc. En el insomnio crónico severo no tienen ningún papel o sólo un papel coadyuvante de otros tratamientos más específicos.
9. El consumo de suplementos de melatonina ha aumentado en los últimos años. ¿Hasta qué punto son útiles en el tratamiento del insomnio?
La melatonina de acción prolongada ha demostrado su eficacia como tratamiento del insomnio de pacientes mayores de 55 años. En cambio hay muy poca evidencia científica sobre la eficacia y la seguridad de la melatonina como tratamiento del insomnio pediátrico. Sin embargo, sí se ha demostrado su utilidad en niños con autismo que sufrían insomnio, lo cual es muy frecuente.
10. ¿Qué papel juega la alimentación a la hora de conciliar el sueño? ¿Existen alimentos «sedantes»?
Los alimentos que contienen triptófano como la leche facilitan el sueño. En cambio, los que contienen cantinas como el té, el café o el chocolate pueden alterar la calidad del sueño nocturno. Se recomienda no ir a la cama con hambre pero tampoco tomar comidas muy copiosas poco antes de acostarse. Lo ideal para dormir bien sería tomar una cena ligera, sin estimulantes, ni alcohol, unas tres horas antes de acostarse y tomar un pequeño tentempié como un poco de leche o un yogurt antes de acostarse.
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