Innovación e información: un binomio clave para la excelencia de nuestro SNS

«La digitalización ha sido el principal motor de los grandes cambios en la provisión de asistencia sanitaria»

El aniversario de un medio de comunicación siempre es motivo de celebración, ya que es el reflejo del buen estado de la libertad de expresión, la pluralidad y la democracia de un país. Si, además, se trata de un medio que ha apostado desde el inicio por la información de salud y lo ha hecho durante tres lustros con profesionalidad, calidad y rigor, como LA RAZÓN en su suplemento A TU SALUD, es doble motivo de satisfacción. Especialmente cuando en estos quince años la Medicina y la tecnología sanitaria han experimentado un progreso exponencial en el mundo y en España.

Informar a los ciudadanos de todos estos avances, acercar la tecnología y la innovación a los pacientes es una labor no sólo periodística sino también sociosanitaria, un pilar necesario para consolidar el sistema sanitario español como uno de los mejores, con los más altos niveles de confianza y satisfacción de Europa y el mundo.

Efectivamente, si en los últimos 15 años nuestro mundo se ha transformado radicalmente, la tecnología sanitaria no es ajena a estos avances disruptivos. Si en tres lustros hemos cambiado nuestra manera de comprar, de relacionarnos, de aprender o de trabajar gracias a los avances tecnológicos, la transformación en la Sanidad se ha producido de manera paralela, impulsada no sólo por cambios tecnológicos sino también culturales y sociales.

Resulta ya evidente que la digitalización ha sido el principal motor de los grandes cambios en la provisión de asistencia sanitaria, en las tecnologías de diagnóstico, tratamiento y seguimiento de pacientes, y también la manera en que los profesionales trabajan y colaboran entre ellos.

La digitalización ha entrado de lleno en las tecnologías de imagen, para hacer posible diagnósticos más rápidos, más precisos y a la primera. No sólo los rayos X convencionales sino modalidades como el TC, la resonancia magnética, el PET... adquieren y procesan sus imágenes de manera digital lo que ha posibilitado la creación de imágenes híbridas de varias modalidades o el uso de la impresión 3D para un juicio clínico más preciso, primer paso para tratamientos también más precisos, mejor planificados, menos invasivos y personalizados.

La digitalización también abre paso al uso de la inteligencia anatómica, es decir, la inteligencia artificial aplicada a la imagen médica, y el uso del «machine learning» a partir de la cantidad de información de los pacientes que los hospitales generan a nivel radiológico, patológico y clínico. El uso poblacional de todos estos datos ya está dando paso a la Medicina predictiva: no sólo podemos diagnosticar rápidamente y a la primera, con menos errores, o tratar de manera más segura y con menos efectos adversos; ahora podemos anticipar –y evitar– un agravamiento de un paciente en una UCI o generar pronósticos personalizados, no basados en meras estadísticas.

Pero lo digital no es lo único que ha transformado la Sanidad en los últimos 15 años. El interés creciente por la mejora de la experiencia del paciente, por colocar verdaderamente sus necesidades y su experiencia en el centro de la atención, ha generado una corriente de humanización de la Sanidad sin precedentes. Impulsado por muchos colectivos de profesionales sanitarios y el movimiento asociativo de pacientes, esta corriente ha calado en las administraciones públicas que hoy tienen entre sus prioridades la humanización como manera de hacer la sanidad más personal, más segura, más amable.

Y a todo ello se une una tercera tendencia: el envejecimiento de la población y el avance de las enfermedades crónicas. Este proceso demográfico imparable ha producido cambios en los procesos asistenciales que, nuevamente facilitados por las tecnologías, han trasladado los cuidados del hospital al hogar.

La salud digital, conectada, personalizada y de precisión, además de posible, resulta fundamental para un sistema sostenible. Nuestro país ha desarrollado las infraestructuras necesarias para ello y nos encontramos en una situación muy ventajosa con respecto a estados de nuestro entorno. Es el momento de obtener el máximo potencial de esas infraestructuras en beneficio del paciente y de la sostenibilidad de nuestra Sanidad.

Espero que LA RAZÓN y el suplemento A TU SALUD siga acompañándonos en el futuro brillante de nuestro sistema sanitario durante muchos años.