Investigación científica
La detección en sangre periférica, el cribado del futuro
Pese a la eficacia constatada de los actuales «screenings» de mama, colon y cérvix, pronto podrían dejar paso a esta nueva técnica, menos invasiva y con mayor sensibilidad
Pese a la eficacia constatada de los actuales «screenings» de mama, colon y cérvix, pronto podrían dejar paso a esta nueva técnica, menos invasiva y con mayor sensibilidad
España se sitúa a la cabeza de diagnósticos de cáncer en Europa. Este hecho se debe al aumento del número de casos por diferentes causas, como el envejecimiento de la población (ya que España es el segundo país del mundo, por detrás de Japón, con mayor esperanza de vida); a la adopción de hábitos de vida poco saludables (sedentarismo, dieta inadecuada), pero también al gran desarrollo de los programas de cribado que han aumentado el número de detecciones.
Y es que el diagnóstico temprano del cáncer –esto es, antes de que se extienda y produzca metástasis– es una de las claves para reducir las muertes por esta enfermedad en el futuro. Para alcanzar ese objetivo se han ido instaurando diferentes programas de detección precoz o screening. En la actualidad hay implantados en nuestro país tres: de mama, de cérvix y de colon, «de los que tenemos evidencia científica clara –señala Ruth Vera, presidenta de Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM)–. Con el cribado de próstata hay muchas dudas y, de hecho, ya se propugna que la prueba del PSA (el marcador de inflamación prostática) no se haga de forma indiscriminada».
Pese a la eficacia constatada de este método y la coste-eficacia del mismo, en un futuro no muy lejano la mamografía, la prueba de sangre oculta en heces y el test de Papanicolau podrían dejar paso a técnicas menos invasivas y de mayor sensibilidad. Un avance de lo que está por venir lo representa CancerSEEK, un nuevo método de diagnóstico que, mediante un análisis de sangre, puede detectar hasta ocho tipos diferentes de cáncer y que hace apenas 15 días publicaba la prestigiosa revista «Science».
La prueba, basada en un análisis combinado de ADN y proteínas, está en principio diseñada para detectar el cáncer de ovario, hígado, estómago, páncreas, esófago, colorrectal, pulmón y mama. En concreto, analiza mutaciones en 16 genes que están vinculadas a distintos tumores, así como 10 biomarcadores de proteínas circulantes en sangre.
Los investigadores estudiaron un total de 1.005 pacientes que habían sido diagnosticados con ocho tipos comunes de cáncer pre-metastásico (estos fueron diagnosticados en base a los síntomas de la enfermedad). Y, los científicos lograron que este test detectara cáncer con una sensibilidad de entre 69% y 98% –dependiendo del tipo de tumor– en estos más de mil pacientes.
La descripción de la prueba es el resultado del trabajo de un equipo de la Escuela de Medicina de la Universidad Johns Hopkins, Baltimore (EE UU). En el trabajo también se incluyó el estudio a 850 individuos sanos.
«Éste es el futuro. Hace años se veía esto como si fuera ciencia ficción y ya es real. Lo que hoy es investigación acabará siendo la práctica habitual. Quizá el futuro del cribado pueda ir hacia eso», asegura la presidenta de la SEOM.
Porque muchos tumores pueden tardar años desde que empiezan a crecer hasta que se convierten en una dolencia mortal y en muchas ocasiones resulta imposible localizarlos con las actuales técnicas. Las biopsias líquidas, un tipo especial de análisis de sangre que detectaría en la circulación células de un tumor que aún es invisible por otros medios, son un camino que puede mejorar la detección temprana.
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