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Los robots cirujanos conquistan a los mayores de los 50

La farmacéutica Stada presenta su informe “El futuro de la Salud” y España sale beneficiada respecto a otros países europeos

“En un 62%, los españoles somos los más optimistas respecto al futuro de la Medicina” | Dreamstime
“En un 62%, los españoles somos los más optimistas respecto al futuro de la Medicina” | Dreamstimelarazon

España sale beneficiada del informe “El futuro de la Salud” respecto a otros países europeos

Buena parte de los resultados que arrojan las encuestas son previsibles, sobre todo en el campo científico, técnico y de la salud. Sin embargo, en ocasiones, encierran sorpresas. Es lo que ha sucedido con el informe sobre «El futuro de la salud» que, elaborado por la consultora Kantar Health GmbH, presentó en Berlín la compañía farmacéutica alemana Stada, responsable del estudio realizado mediante 18.000 encuestas online en nueve países europeos (Alemania, Bélgica, España, Francia, Italia, Polonia, Reino Unido, Rusia y Serbia).

La primera sorpresa es la buena posición que ocupa España ya que somos los que tenemos un conocimiento más exhaustivo de los términos sanitarios frente a los más desconocedores de los mismos, los belgas: tenemos el más elevado nivel de conocimiento sobre el término «medicamento genérico», estamos por encima de la media en saber qué son los biofármacos/biosimilares, sólo los rusos definen mejor que nosotros los probióticos y tan sólo los británicos saben más que los españoles sobre tumores. Somos los más optimistas sobre el futuro de la medicina (el 62% de nosotros está convencido de que, gracias al progreso científico, seremos capaces de curar muchas enfermedades en el futuro), también los que más confiamos, junto a los británicos, en la medicina convencional frente a la desconfianza de serbios y rusos, y con los italianos somos los que menos síndrome de desgaste profesional creemos padecer y los que más sabemos sobre la fase temprana de ese «estar quemado en el trabajo».

Presentamos la predisposición más alta a someterse a una prueba genética a pesar de tener por debajo de la media el conocimiento sobre qué puede detectar esa prueba. También registramos la más alta aceptación del implante de un biosensor y del desarrollo y utilización de las aplicaciones para la salud. Además, en contra de lo que cabría esperar si de los tópicos nos fiáramos, no somos los europeos más envidiosos por la buena salud o el cuerpazo de otra persona: los polacos, rusos y alemanes los son más que nosotros en esta cuestión.

Por último, resulta curioso que los españoles seamos los que mostramos un mayor respeto al estilo de vida vegano frente a Rusia y Alemania, que además de escépticos no comulgan con la idea.

El segundo dato sorprendente del estudio de Stada –el laboratorio farmacéutico especializado en medicamentos genéricos (incluidos los medicamentos de especialización) y en productos de salud sin receta que nació como una cooperativa de boticarios alemanes en Dresden en 1895– es que la predisposición de los europeos a someterse a una operación realizada por un robot aumenta con la edad. Así, la mitad de los ciudadanos de Europa de entre 18 y 34 años, se dejaría operar por el Dr. Robot, mientras que el porcentaje crece entre quienes tienen de 35 a 49 años (55%) y se dispara en los mayores de 50 años (61%). Y no sólo la robotización ha conquistado a los europeos de más edad, también la digitalización porque los que pasan el medio siglo están más dispuestos que los encuestados más jóvenes a que su médico les examine a través de una webcam. No es de extrañar que los jóvenes sean los que con más entusiasmo acogen las aplicaciones y dispositivos de salud como pulsómetros.

«El futuro de la salud» también ofrece otras sorpresas como que el 81% de los europeos se sometería a una prueba genética cuando sólo el 24% sabe qué implica o que el 68% juzga alarmante el número de personas que conoce el síndrome de estar quemado en el trabajo, mientras que sólo unos pocos saben cuáles son los síntomas del desgaste laboral. Y guarda también el estudio varias curiosidades: ante los primeros síntomas de una enfermedad leve, los españoles somos los únicos que acudimos al médico mayoritariamente mientras que alemanes y polacos confían en remedios caseros, y rusos y franceses van directos a comprar el fármaco que creen que necesitan. También llama la atención que sea en Serbia y en Polonia donde mejor visto está el acudir al psiquiatra o al psicólogo. El país balcánico es, precisamente, donde menos miedo se tiene a envejecer. Sin embargo, en Polonia, Rusia y España asusta mucho depender de otros, según refleja el informe.

Toda esta información servirá, según ha explicado a A TU SALUD el CEO de Stada, Peter Goldschmidt, para generar debate en la sociedad europea sobre el tema central del informe, para otorgar datos relevantes a los políticos y gobiernos sobre las actitudes y conocimientos de sus ciudadanos. Además, también pretende mover la estrategia de la propia compañía farmacéutica tras descubrir en «El futuro de la salud» unas diferencias importantes entre los nueve países europeos analizados en lo referente, por ejemplo, a biosimilares, OTC o suplementos nutricionales.