Prevención
Una unidad para prevenir las fracturas
El Complejo Hospitalario Ruber Juan Bravo pone en marcha un nuevo servicio de Prevención de Fracturas Osteoporóticas que contribuye a mejorar la calidad de vida de los afectados y a disminuir costes
El Complejo Hospitalario Ruber Juan Bravo pone en marcha un nuevo servicio de Prevención de Fracturas Osteoporóticas que contribuye a mejorar la calidad de vida de los afectados y a disminuir costes
La osteoporosis es un trastorno del esqueleto que se caracteriza por una reducción de la resistencia ósea, lo que predispone a un mayor riesgo de fracturas, siendo una enfermedad frecuente y en aumento. De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que el 40 por ciento de las mujeres mayores de 50 años sufrirá una fractura relacionada con la osteoporosis en algún momento de su vida. En España hay en torno a dos millones y medio de mujeres con osteoporosis. Para prevenir este problema que amenaza con incrementarse en los años inmediatos, el Complejo Hospitalario Ruber Juan Bravo ha puesto en marcha una Unidad de prevención de fracturas osteoporóticas basada en un modelo asistencial multidisciplinar protocolizado que busca garantizar un doble objetivo: eliminar el vacío asistencial existente en el tratamiento de pacientes con fracturas; y proporcionar una ruta para la atención de los pacientes con fracturas por fragilidad y para su tratamiento.
Una unidad coordinada desde los servicios de Endocrinología –dirigido por el doctor Esteban Jódar, con el apoyo de la doctora María Cortés– y Reumatología –con el equipo de la doctora Susana Gerechter–, pero que cuenta con el apoyo de otras especialidades tales como traumatología, neurocirugía, diagnóstico por la imagen y nefrología, entre otros, fundamentales a la hora de detectar pacientes de riesgo y derivarlos para su diagnóstico y tratamiento a esta unidad que, según sus profesionales, lo que va a proporcionar es «atención médica por parte de reputados expertos en metabolismo óseo, con cuidados integrales, avanzados y multidisciplinares siguiendo las más actualizadas guías de práctica clínica. La implicación de distintas especialidades resulta fundamental a la hora de detectar pacientes de riesgo y derivarlos para su diagnóstico y tratamiento a esta unidad».
EN AUMENTO
El número estimado de nuevas fracturas por fragilidad (no traumáticas, es decir, producidas por caídas desde una altura igual o inferior a la propia o por mínimo trauma) en España se situó en 2010 en más de 204.000, con un coste asociado en ese año de 2.842 millones de euros; paralelamente, la incidencia de fracturas osteoporóticas aumenta con la edad en una población cada vez más envejecida: según las proyecciones demográficas, en los próximos diez años la población mayor de 50 años crecerá en España un 35 por ciento, estimándose un aumento del 40 por ciento en el número de fracturas.
Los candidatos a esta unidad son, «los pacientes con alto riesgo de fractura, sobre todo las personas que ya han sufrido alguna fractura osteoporótica, ya que son las que tienen el mayor riesgo de volver a fracturarse en los meses siguientes: se ha comprobado que tras una fractura previa por fragilidad el riesgo de fracturas posteriores aumenta exponencialmente (tres veces para una segunda fractura, cinco para una tercera y ocho para una cuarta)», añaden.
Diversos estudios internacionales han demostrado que la puesta en marcha de unidades de este tipo consigue un objetivo múltiple: disminución en la incidencia de nuevas fracturas, con la disminución de los costes asociados; mejora de la calidad de vida relacionada con la salud; normalización y mantenimiento de los valores de vitamina D; coste-efectividad adecuados y reducción de la morbi-mortalidad asociada a la fractura.
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