Tabaquismo
Sanidad financiará en 2020 el primer medicamento para dejar el tabaco
Casi 200.000 españoles podrían dejar de fumar con la entrada en vigor de esta medida
Será recetado en los centros de asistencia primaria y se podrán beneficiar, de entrada, unas 70.000 personas.
La Comisión Interministerial de Precios ha acordado hoy la financiación de la vareniciclina (Champix, comercializado por Pfizer) como una herramienta de apoyo en los programas de deshabituación tabáquica. Estos programas forman parte de una estrategia integral para disminuir el consumo del tabaco en España impulsado por la Comisión de Salud Pública del Consejo Interterritorial del SNS. La medida entrará en vigor el 1 de enero de 2020.
Un estudio de la Universidad Internacional de Cataluña publicado en la revista «Addiction» apunta que dar cobertura a los medicamentos para dejar de fumar ascendería a 61 millones de euros, que ayudarían a la deshabituación tabáquica de 18 de cada 1.000 fumadores. Lo que hoy se traduce en que 200.000 españoles podrían dejar de fumar, con la luz verde de la medida de Sanidad.
Este anuncio se ha hecho esperar desde antes de vacaciones. La financiación de los tratamientos para dejar de fumar es una petición de antaño de los médicos para evitar los costes sanitarios de las enfermedades que produce el tabaco –EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica) y cáncer– y las 60.000 vidas que se cobra cada año.
Hasta ahora, en España sólo alguna comunidad como Navarra había subvencionado tratamientos de deshabituación de tabaquismo, por lo que, con esta decisión, el Ministerio da ahora un paso al frente y abordará a nivel nacional esta adicción, que provoca unas 50.000 muerte anuales en el país, con la subvención del principio activo de la Vareniclina,cuya marca comercial de referencia es 'Champix'.
La ministra detalló que su Ministerio llevará la Vareniclina a la próxima comisión interministerial de precios, que se celebra mañana lunes, en el último paso para que sea posible su financiación como medicamento para la deshabituación de tabaco.
"Es cuestión ya de semanas que entre en la cartera de servicios", subrayó Carcedo, quien recordó que los médicos de la atención primaria tendrán un protocolo de prescripción de los pacientes en tratamiento y orientación médica para la deshabituación del tabaquismo.
El Comité Nacional de Prevención del Tabaquismo, que aglutina a una cuarentena de sociedades científicas y médicas, lleva dos décadas reclamando que el tratamiento de la adicción a la nicotina debe formar parte de la cartera de servicios de atención primaria, sabedores de que un tratamiento adecuado puede multiplicar hasta por 10 las posibilidades de dejar de fumar con éxito si se compara con el esfuerzo personal aislado del fumador sin apoyo profesional.
A juicio de los profesionales que luchan a diario en los ambulatorios con este grave problema de salud pública, la administración sanitaria no debe temer por el coste de la financiación de unos productos que son eficaces y solo utiliza un 3 % del total de fumadores cada año, demostrándose su idoneidad en experiencias de financiación en Navarra o programas piloto en Cataluña.
La ministra Carcedo, que acaba de impulsar una campaña de publicidad en contra del consumo de todo tipo de productos del tabaco, está preocupada también con los efectos del consumo de cigarrillos electrónicos y vapeadores.
"Lo que nos encontramos con estos nuevos productos del vapeo es que no estamos solo ante un daño a medio y largo plazo, como con el tabaco tradicional", advierte Carcedo, sobre todo ante las noticias que llegan desde Estados Unidos, donde las autoridades han declarado una "epidemia"por los e-cigs, que están provocando neumonías severas e incluso fallecimientos entre la población joven.
La ministra rechaza las tesis de multinacionales como Philip Morris que comercializan los que denominan "productos sin humo": "Se está vendiendo que son para dejar de fumar cuando para dejar de fumar hay métodos científicamente demostrados y eficaces, que abordamos ahora en el Sistema Nacional de Salud de forma ordenada, sistemática y científicamente, con los tratamientos adecuados".
"Lo que proponemos a la ciudadanía, por lo que estamos luchando y es nuestra responsabilidad, es que queremos que se respire aire limpio, no aire con otros contaminantes diferentes, nuevos contaminantes sobre los que hay mucha incertidumbre y serias dudas sobre su inocuidad para la salud", esgrime Carcedo, que estos días ha estado en la Asamblea General de la ONU para defender una mejora de la calidad del aire y una sanidad universal.
La ministra recuerda que "los pulmones están preparados para respirar aire limpio, las consecuencias de la contaminación atmosférica las estamos viendo, y es una paradoja que cuando se están poniendo precisamente las alertas en los efectos de la contaminación... respiremos activamente sustancias que tienen efectos muy perjudiciales para la salud y que generan enormes incertidumbres".
Carcedo recuerda que su Ministerio está trabajando con la idea de modificar la ley del tabaco -"cuando haya un Gobierno operativo en plenitud de funciones"- y proceder a regular los nuevos productos vinculados al vapeo, lugares de consumo y publicidad: "Tendremos que ampliar el contenido y alcance de la ley para dar respuesta a la nueva realidad".
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