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Salud y bienestar
De qué color y forma son tus heces y en qué casos deberías acudir a tú médico
En la mayoría de las ocasiones, el color de nuestros excrementos está marcado por el tipo de alimentación o por medicamentos, pero en determinadas situaciones, puede ser un síntoma de una enfermedad
El color de las heces así como su forma y la consistencia, normalmente, reflejan la calidad de la alimentación y es por esto que están muy relacionadas con el tipo de alimentos ingeridos. Sin embargo, las alteraciones en el color también pueden indicar problemas intestinales o enfermedades, como por ejemplo hepatitis o úlcera gástrica.
En situaciones normales, las heces deben presentar una coloración marrón, que no debe ser muy oscuro, pero tampoco debe ser muy claro. Sin embargo, cualquier variación en el color es muy frecuente y puede ocurrir sin que indique que existe algún problema, siempre que no dure por más de 3 días, ya que puede variar de acuerdo con los alimentos ingeridos.
La causa es casi siempre el color de los alimentos o de sus aditivos y, de hecho, el color está más relacionado con los alimentos que con las enfermedades. Los únicos colores que pueden ser señal de problemas son el rojo, el negro (no verde oscuro) y el blanco.
1. Heces verdes
Si sus heces presentan un color verdoso se puede se puede deber a varias razones y son más comunes cuando el intestino funciona más rápido de lo normal y no tiene tiempo suficiente para digerir correctamente la bilis y no se descomponer completamente. Ocurre durante algunas situaciones de estrés, diarrea por infecciones bacterianas o cuando hay una crisis de intestino irritable.
Otra causa es la ingesta de muchos vegetales de este color como verduras de hojas verdes, colorantes de alimentos verdes, como mezclas de bebidas con sabores o helados o, también, suplementos de hierro. También es relativamente común en las heces de recién nacidos y son más comunes en los bebés alimentados con fórmula que en los bebés amamantados. Las espinacas pueden producir heces de color verde oscuro.
Solución: evaluar en primer lugar si estamos comiendo más vegetales verdes que antes, o si se se está tomando medicación que contenga hierro. Descartadas estas opciones, se recomienda acudir a un médico de digestivo si el problema persiste por más de 72 horas.
2. Heces amarillas
Normalmente indican que nuestro intestino tiene dificultad para digerir la grasa y, por esto, puede estar relacionado con problemas que disminuyen la capacidad de absorción intestinal como por ejemplo, enfermedad celíaca, pancreatitis, giardiasis... o ser causadas por la falta de producción de enzimas pancreáticas, pudiendo indicar problemas a nivel de este órgano. Los problemas del hígado que provoquen reducción del volumen de bilis excretado también pueden ser una causa, así como infecciones intestinales, estando asociado a otros síntomas como fiebre, diarrea y dolor abdominal.
Si esto ocurre de forma esporádica, asociado a cuadro de diarrea de corta duración, no debemos darle mayor importancia, pues estaríamos ante problemas de absorción transitorios causados, generalmente, por alguna intoxicación alimentaria o gastroenteritis viral. Sin embargo si sucede a menudo y, sobre todo, si hay gotas de grasa (gotas de aceite) alrededor, deben acudir al médico, ya que podemos estar ante problemas en la digestión de la grasa ingerida.
Solución: en caso de que la duración supere las 72 horas y haya también cambios en las características de las heces como por ejemplo la consistencia y la forma, se recomienda consultar al especialista de digestivo.
3. Heces oscuras
Normalmente, la aparición de heces oscuras (más de lo normal) va asociada a un olor más fétido y podría ser signo de sangrado en el aparato digetivo superior (esófago, estómago o duodeno) asociado a una úlcera o varices esofágicas, por ejemplo; o consumo de suplemento de hierro u otros medicamentos, como salicilato de bismuto (Kaopectate, Pepto-Bismol), o regaliz negro. Si están provocadas por el consumo de hierro se distinguen de la melena por no tener el fuerte olor desagradable y por su consistencia, que no suele ser pastosa ni pegajosa.
Cuando las heces negras son causadas por sangrado del esófago, estómago o duodeno, normalmente se debe a la digestión de la sangre, que necesita recorrer todo el tracto intestinal antes de ser eliminado junto a las heces.
El color de heces con sangre oscura o alquitranosa (melena), prácticamente de color negro, quizá coagulada, a menudo proviene de la parte superior del tubo digestivo. Es decir, del tracto gastrointestinal superior. Por lo tanto, ésta será negra cuando se produce en esta parte de nuestro organismo, y la coagulación obedece precisamente a que cuando hay un sangrado en ella puede provocar coagulación, de ahí su color oscuro o negro. Por lo general, se produce por una úlcera estomacal, por interrumpirse el riego sanguíneo en parte de los intestinos, por un traumatismo o ingestión de un cuerpo extraño, por varices esofágicas, por desgarrarse el esófago debido a vómitos, por la enfermedad de Crohn o, pongamos por caso, por una gastritis que causa daños en el revestimiento del estómago.
Solución: en caso que no esté ingiriendo suplementos o medicamentos con hierro, se aconseja consultar lo más rápido posible a un gastroenterólogo o acudir al centro de salud más cercano en caso surjan otros síntomas como fiebre, cansancio excesivo o vómitos.
4. Heces rojizas
Aunque en el 90% de los casos las heces rojizas no tienen la causa en la presencia de sangre, sí que puede ser uno de los motivos, relacionado con padecer hemorroides, una fisura anal, una colitis ulcerosa, infecciones intestinales, enfermedad de Crohn, rectorragia o cáncer de recto. En este último caso, el color del sangrado puede variar del rojo brillante al marrón oscuro.
Normalmente suele estar relacionado con estar tomando medicamentos como la amoxicilina u otros que se vuelven rojos en el tracto gastrointestinal, como el cefdinir (Omnicef). También va unido a la ingesta de alimentos como Jell-O rojo; Kool-Aid rojo o con color de uva; caramelos rojos; regaliz rojo; cereales de color rojo; colorante rojo en la comida; remolachas; arándanos rojos; pimentón; pimientos o chiles rojos; ruibarbo o sopa de tomate, entre otros.
Si la causa es la presencia de sangre, la causa puede ser una hemorragia en el tracto gastrointestinal inferior, la sangre se evacua más rápidamente que cuando ésta se produce en el tracto gastrointestinal superior. Así pues, su color es un rojo vivo, la tonalidad de la sangre fresca.
Solución: si la cantidad de sangre es pequeña, se recomienda consultar a un médico, pero si hay mucha sangre de color rojo vivo, debe acudir a urgencias cuanto antes.
5. Heces claras
Las heces claras o de tonalidades blanquecinas suelen aparecer cuando el sistema digestivo tiene dificultad para digerir la grasa y esto es una señal importante de problemas en el hígado o una obstrucción de las vías biliares.
La ausencia de bilirrubina provoca que las heces tengan una coloración clara, casi blanca en ocasiones. La cirrosis y la hepatitis pueden causar heces claras, que suelen ir unidas a otros síntomas como la ictericia (piel amarillenta).
Si el hígado no es el problema, la causa puede ser la ingesta de ciertos medicamentos, como grandes dosis de subsalicilato de bismuto (Kaopectate, Pepto-Bismol) y otros medicamentos antidiarreicos.
Solución: se aconseja consultar a un digestivo para que realice exámenes de diagnóstico como una tomografía o una ecografía abdominal, para verificar cuál es el problema e iniciar el tratamiento adecuado.
Las heces, según las formas
La escala de heces de Bristol o gráfico de heces de Bristol es una tabla visual de uso en medicina, destinada a clasificar la forma de las heces humanas en siete grupos. Fue desarrollada por Heaton y Lewis en la Universidad de Bristol y se publicó por primera vez en el Diario escandinavo de gastroenterología en 1997. La forma de las heces depende del tiempo que pasan en el colon.
Tipo 1. Trozos duros y separados que pasan con dificultad:
Se trata de heces que han estado mayor tiempo en el tracto intestinal. Por ello suelen defecaciones duras que pueden ser difíciles de expulsar. Esta forma de hez suele ser síntoma de estreñimiento y deshidratación y suele estar ligada a dietas pobres en fibra y a una vida sedentaria y poco saludable.
Tipo 2. Forma de salchicha grumosa:
También indica un posible problema de falta de hidratación y de estreñimiento. Son heces también difíciles de expulsar.
Tipo 3. Con forma de salchicha pero con grietas en la superficie:
Aunque no es la forma óptima, puede considerarse una hez normal.
Tipo 4. Serpiente o salchicha suave y lisa.
Se considera que este tipo de hez es la perfecta. Se produce cuando se sigue una dieta equilibrada y una buena hidratación. Se expulsa con mucha facilidad.
Tipo 5. Manchas suaves con bordes bien definidos:
Generalmente se expulsan después de comidas fuertes. Son heces que se expulsan con facilidad y no indican ningún problema de salud.
Tipo 6. Consistencia pastosa con bordes irregulares:
Aunque puede ser señal de que la persona ha aguantado un rato sin ir al baño (quizás porque no había un servicio disponible), también puede ser indicativo de una posible diarrea.
Tipo 7. Acuosa, sin piezas sólidos y totalmente líquida:
Si la hez se presenta de esta manera es un síntoma claro de diarrea. Se recomienda acudir a un profesional sanitario (farmacéutico) para que nos aconseje la toma de algún antidiarreico. Si la diarrea persiste más de tres días, se aconseja acudir a un médico.
Según la escala de heces de Bristol:
- los tipos 3, 4 y 5 son los patrones de deposición normal en cuanto a la forma de la consistencia.
- los tipos 1 y 2 se dan en los casos de estreñimiento.
- los tipos 6 y 7 indican diarrea.
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