Parlamento Europeo
Hasta el SPITZENKANDIDAT y más allá
Por José Francisco Sigüenza García
Acaban de apagarse los ecos que el pasado 7 de febrero nos dejaba un nuevo número de representantes nacionales al Parlamento Europeo y ya se escuchan en el horizonte europeísta voces que ponen en duda el actual sistema de elección del candidato a presidir la Comisión Europea.
Si esto hubiese ocurrido hace un año, cuando aún estaba fresca la decisión del Reino Unido de salirse de la unión y lo que se llevaba era hablar del libro blanco y sus diferentes escenarios, uno podría pensar que los tiros irían por aquello de hacer más todos juntos y que las propuestas serían del tipo dar más protagonismo a los ciudadanos y cosas por el estilo. Desgraciadamente, el libro blanco ya es historia y aquel maravilloso quinto escenario se ha visto eclipsado por la cruda realidad de unas elecciones inminentes.
Si en el 2014 el Spitzenkandidat estaba de moda, y las familias políticas europeas se pusieron de acuerdo para elegir a un candidato único al que presentar como Presidente de la Comisión Europea, en este 2019, lejos de seguir por esa senda, algunos apuestan por volver al sistema antiguo y que sean los estados quienes tengan la última palabra en su elección. Los argumentos son variopintos y por supuesto nadie reconocerá que es el nacionalismo más rancio el que impulsa a volver a deshacer el camino andado, arrebatando el poder de decisión a los ciudadanos para entregárselo a los gobiernos. No es nada descabellado imaginar un 2019 en el que la cruda realidad sea menos Europa y más naciones.
Así pues, visto el panorama, no queda otra que recuperar ese espíritu del libro blanco, y lanzar un órdago a la grande pidiendo no sólo que se consolide el Spitzenkandidat, sino que se vaya mucho más allá desmontando los prejuicios que contra este sistema se están alzando. Si se argumenta que las familias políticas europeas están “gobernadas” por países, democraticemos la elección del candidato, hagamos primarias, demos el protagonismo al electorado. Si lo que se dice es que no sirve para movilizar al electorado, salgamos a votar en masa y, antes aun, salgamos a gritar bien fuerte que no toleramos un solo paso atrás.
Exijamos que se materialice ese discurso que ya está en boca de todos, de más Europa, con acciones concretas, visibles y viables. Reivindiquemos que, de cara al 2019, los partidos políticos se comprometan con acciones tan contundentes como necesarias del tipo “hagamos un Spitzenkandidat que unifique en una sola persona al presidente de Comisión y Consejo”, “unifiquemos la sede del Parlamento Europeo en una única ciudad”, “tengamos listas trasnacionales”, “fundemos partidos paneuropeos”...
Por todo esto, es vital la labor de asociaciones de tipo europeísta que pongamos de moda todas estas medidas, hagamos ver al ciudadano que para que exista un futuro debemos implicarnos en los sistemas de elección y participación que nos proporciona la UE. Demos ejemplo, pongamos el acento en lo que nos une para ganar todos.
Juntos hasta el Spitzenkandidat y más allá.
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