Ayuntamiento de Madrid
El debate
Créanme que esta semana pretendía hablar de asuntos más serios habiéndose celebrado en estos últimos Días Internacionales a los que podríamos llamar prioritarios como lo son el Día Mundial del Alzheimer o el Internacional contra la Explotación y Trata de Personas, pero la realidad política me fuerza a contarles lo ocurrido en Madrid los últimos dos días. Vendrán tiempos mejores, seguro, en los que podremos reflexionar sobre lo importante.
No les voy a contar, aunque ganas me dan, la realidad nacional, que es sencillamente lamentable con un gobierno que se “cae en pedazos”, como dice Pablo Casado, que se sostiene a merced de los separatistas y demás grupos minoritarios de este país y con unos ministros en situaciones insostenibles capitaneados por un Presidente un que no inspira ninguna confianza. No lo voy a hacer porque mi compromiso es hablarles de Madrid que para eso una es edil y a mucha honra de la Villa y Corte.
En este momento en el que nuestra ciudad está saturada de problemas, atascos, vendedores ambulantes ilegales, desacuerdos con la Policía Municipal, y no sigo porque me deprimo, pues se celebra el pasado martes el Debate del Estado de la Ciudad. Pensaran ustedes, que buen momento para hacer balance e intentar mejorar, pues no, nuestra inefable alcaldesa, tras reponerse de su inesperada caída, afortunadamente todo ha quedado en un buen susto y una enorme brecha que le recorre la frente, decidió deleitarnos con un larguísimo y tedioso discurso, de dos horas que como escribe mi compañero de filas Percival Manglano fue con “fines narcotizantes”. Lo soportamos como pudimos asombrados de que la mayor parte del tiempo del que dispuso, ella misma nos explicó que sin límites, por si teníamos dudas, lo dedicase a hablar de todo menos de los asuntos que son competencia del Ayuntamiento que tan fantásticamente dirige. Entiéndase el término “fantástico” vinculado a fantasía. Sigue viviendo en ese mundo en el que está sumergida, como dentro de una burbuja, para el que no admite critica alguna. La autocrítica no existe en su pensamiento, ¡que ordinariez! Y es que algunos no lo queremos entender, Madrid está como nunca. Es la ciudad número uno del Mundo en muy diferentes valoraciones, nuestra Alcaldesa tiene una nota tan alta que sería difícil mejorarla, el 67% de los madrileños se muestra satisfecho con los Servicios Públicos Municipales, con la Solidaridad implantada, con la Creatividad imperante y sobre todo con el magnífico y objetivo sistema de participación Ciudadana. Pensarán ustedes que me he trastornado o que el escuchar tan elocuente discurso, interrumpido únicamente por quince videos propagandísticos, me ha perturbado la mente, pues no. Esto es exactamente lo que nos tocó escuchar atónitos a los concejales de Madrid, aderezado además con ironías poco agradables como: “no quiero pensar que sois de los que piensan “cuanto peor mejor” si no es así, ¡aplaudidme! De no creer ¿verdad? Pues así fue.
Para mayor asombro de los presentes nos comentó que ni los índices de desigualdad, de los que tanto ha hablado, faltando a la verdad en muchas ocasiones con temas extremadamente serios, recuerden lo de los niños madrileños desnutridos, son tan altos como algunos creemos. Las políticas sociales no es que vayan mal, que cosas decimos los populares, es “que tres años no es nada” que diría Carlos Gardel y aún no han podido dar sus frutos, va a ser verdad que son un gobierno municipal “incomprendido”. Ellos que tienen Madrid tan limpio, que ponen flores en los Centros Municipales para generar empatía, palabra que no podía faltar en un discurso de la izquierda, que median en todos los conflictos, y que son tan creativos.
Menos mal que después de todas las autoalabanzas y tras producirse una insólita votación sobre el frio en la sala, porque ahora resulta que el aire acondicionado es también machista, tomaron la palabra Jose Luis Martinez Almeida y los otros dos portavoces de oposición, bueno la del grupo socialista Puri Causapié, menos oposición, y bajaron a la dura realidad invisible para nuestra Alcaldesa. Surgieron así temas como la situación de las calles, la realidad de los “okupas”, el top manta, la no ejecución de inversiones, en pocas palabras, la mala gestión, la falta de planificación y el caos interno entre los miembros de su equipo. Quien crea que para gobernar una ciudad no es necesario saber, está pero que muy equivocado. Los madrileños estamos ya muy hartos de discursos triunfalistas, del sentimentalismo manipulador y de la inacción de este gobierno municipal. No vamos a aceptar que nos expliquen una y otra vez que Madrid está limpio, que no hay conflictos con la Policía Municipal y que los Servicios Sociales van como nunca, porque Madrid está sucio, nuestra Policía se siente maltratada y las personas mayores entre otros grupos sociales, están excluidos de su atención prioritaria. Por favor no pretendan engañarnos durante más tiempo señores de Ahora Madrid.
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