Ayuntamiento de Madrid
Feliz y próspero Año Nuevo
Semana última del año, semana especial. Días de reflexión y balance personal y profesional, días de reflexión. En este tiempo todos nos dedicamos a rememorar el año transcurrido, lo que hemos hecho mejor y peor, la gente que nos ha acompañado y la gente que nos ha dejado, los hechos acontecidos y la situación en que vivimos. Son jornadas con un cierto toque agridulce porque no siempre los recuerdos son reconfortantes. Espero y deseo que 2018 nos traiga muchas alegrías y buenas noticias a todos y a vosotros, mis lectores, os deseo lo mejor para el nuevo año que se acerca.
Políticamente no ha sido un buen año ni para el Ayuntamiento de Madrid ni mucho menos para España que ha vivido el mayor desafío a su Carta Magna y la difícil situación política en Cataluña aun no finalizada.
A lo largo del año os he ido contado nuestras semanas de trabajo , los debates entre los cuatro grupos municipales, las luchas internas dentro del equipo de gobierno, la no ejecución presupuestaria, los problemas con Hacienda, la creación de una Concejalía a medida para Celia Mayer (seguimos expectantes para ver qué sucederá con Carlos Sánchez Mato),el no homenaje a Miguel Ángel Blanco, el no aprobar los Planes intensamente anunciados para la ciudad de Madrid (como el Plan de Igualdad, el Plan de Trata...) los cortes continuos de calles para evitar el tráfico, la tala de árboles en la ciudad para no replantarlos...Terminamos el año, por tanto, con la ciudad sucia, los alcorques vacíos, los vecinos molestos, las políticas sociales desatendidas y, para más complicación, sin presupuestos, la historia se repite cual día de la marmota.
En este mes el Grupo municipal Popular hemos votado a favor del PEF (Plan Económico Financiero) en el Pleno del día 18 para que el Ayuntamiento de Madrid volviera a la senda de la legalidad, por responsabilidad política, sentido de Estado y lealtad institucional, por esa coherencia política necesaria para que no se paralice Madrid y también, por qué no, por estrategia política. Es evidente que a Carlos Sánchez Mato no le salió bien el no ajustarse a los criterios marcados por la Ley de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera, pese a las advertencias constantes de nuestro grupo. Todo ha terminado con su cese y con la aprobación del PEF, esperemos que, de esta manera, todo vuelva a su cauce y Madrid no se paralice. Si algo está claro es que la Alcaldesa es la responsable de la situación porque ha permitido durante estos dos años que las cuentas estuviesen fuera de la Ley, pero no por el bien de la ciudad y de los madrileños, sino por ceder a las presiones que recibía de los diferentes grupos que componen Ahora Madrid y así mantener un equilibrio que ocultase la fractura interna de su Gobierno, lo que nos está pasando factura a todos.
Esta semana nos hemos levantando con titulares estremecedores para terminar el año ejemplo claro el del diario La Razón: “El Ayuntamiento ha eliminado 16,5 millones del presupuesto del Área de Equidad, Derechos Sociales y Empleo en 2017. Más de 12 millones correspondían al Programa de Emergencia Social”. Marta Higueras nos ha asegurado que estos recortes no iban a afectar a las personas, incomprensible. Si en Madrid a día de hoy tenemos familias completas y personas con necesidades extremas, la palabrería ya no nos vale. Existe una clara emergencia social, diga la Primera Teniente Alcalde lo que diga y es bueno visibilizarlo y sensibilizar a todos, no negarlo y menos en estas fechas en las que los corazones están mas enternecidos por la Navidad y en las que se reflexiona sobre los asuntos más trascendentes. Tenemos más de 100 asentamientos en nuestra ciudad, se han incrementado el número de personas sin hogar, leemos noticias sobre cómo se alquilan balcones a personas sin hogar que no se pueden permitir pagar un arrendamiento ¿de verdad no hay emergencias sociales? Seamos serios, qué podemos esperar de un gobierno municipal que ha recortado un total de 117 millones de euros en políticas sociales.
Seguro que vamos a estar más tranquilos, nótese la ironía, al saber que, en vez de trabajar directamente con las familias que habitan el asentamiento de la Cañada Real Galiana, han decidido construir allí un Espacio provisional para reuniones, talleres y cultura, vamos otro Centro Social comunitario, que nos va a costar 268.5553,72 euros que podrían destinarse a construcción de viviendas de emergencia social de las que ahora mismo no disponemos y a programas de apoyo a la integración de estas familias. No tengo palabras para describir tanto desatino.
Ahora Madrid nos resume su año como maravilloso, un compendio de éxitos y de aportaciones de la nueva política: los presupuestos participativos, las aceras de Gran Vía y las consultas ciudadanas son su mayor legado, ninguna alusión a los temas sociales. Con eso ya está dicho todo. Aun así seremos optimistas y esperaremos a un 2018 lleno de logros y avances para Madrid.
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