Ayuntamiento de Madrid

Días confusos

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En los más de 20 años que llevo dedicada a la Política en distintas Instituciones: Senado de España, Comunidad de Madrid, Ayuntamiento de Madrid... no he vivido una etapa más compleja y convulsa que la actual. No voy a negar que la actividad política es una dedicación envolvente que resta tiempo a muchas otras cuestiones de la vida personal y nunca fácil pero les aseguro que vale la pena vivirla por todo lo que tiene de transformadora de la sociedad en la que vives y por la posibilidad que te ofrece de ser actor de iniciativas que mejoran tu entorno no solo ser espectador.

Esta semana ha sido extraña, nos hemos enfrentado a una moción de censura contra Rajoy y su Gobierno hecha con el único motivo de arrinconar al Partido Popular y por las ansias de poder de un líder más pendiente de sus aspiraciones personales que de mejorar la vida de los españoles, que debería ser el fin último de todo político. Tomando el hilo de esta reflexión, siempre he entendido que la vocación política debería consistir en trabajar para los demás, para los ciudadanos, en nuestro caso, para todos ellos, sin hacer distinción alguna por razón de su edad, raza, sexo, religión, opinión... tal y como se indica en nuestra Constitución. La palabra política viene de polis, que en griego significa ciudad, se entendía ya por aquel entonces que el político tenía un poder que emanaba de la ciudad y que debía trabajar para ella. Creo que la definición no debe haber variado mucho aunque sí los motivos que llevan a unas y otras personas para estar en la política, aunque mucho me temo que corruptos los ha habido siempre. Existen personas que tienen un claro afán de mejorar lo que encuentran a su alrededor, los auténticos políticos, que creen en los valores y el tipo de sociedad que defienden también las hay que lo hacen por lograr un fin único, el enriquecimiento propio, así surgen casos de corrupción, queda claro que cada uno escoge un camino y que afortunadamente la honradez, la honestidad y la generosidad es lo que prima. Existen tantas clases de políticos como personas en el mundo pero tengan muy claro que lo ocurrido en los últimos meses me deja consternada. La labor política ha quedado desprestigiada y claramente tocada por la codicia de algunos y todo ha desembocado en la moción de censura que ha hecho que hoy tengamos un nuevo gobierno no votado en las urnas. Tratar de conseguir por todos los medios llegar al poder sin pensar en los pactos necesarios, me parece cuanto menos incoherente. Me preocupa mucho un asunto, se pone en peligro la unidad de España. La Nación española garantiza el derecho a la autonomía de las Nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad entre ellas, como reza nuestra Constitución pero no admite separatismos. España es la unión de 17 Comunidades Autónomas y dos Ciudades-autónomas cada una con sus tradiciones, cultura y lenguas correspondientes.

Hace ya tiempo que decidí especializarme en políticas sociales llevada por el entusiasmo de colaborar para obtener una sociedad más justa. En ocasiones percibes como tus objetivos se logran, en otras no lo consigues, pero los fracasos te permiten mejorar, a veces errar es bueno para aprender. En cualquier caso el momento que vivimos es francamente confuso. Esperemos que el nuevo Gobierno de España trabaje por todos los españoles y no solo por algunos afines ideológicos como ocurre con nuestro Gobierno Municipal. Por cierto, hablando de la política local, a la que me dedico en esta etapa de mi vida, quiero destacar que en esta semana hemos celebrado el XIV Aniversario del SAMUR Social, denominado “el corazón de Madrid” que ha acercado los Servicios Sociales a la calle, a los más vulnerables. Es uno de los cuerpos más queridos y admirados en este Ayuntamiento. Lo componen 189 profesionales de diversa formación que se dedican en cuerpo y alma a atender a los madrileños más necesitados, sean o no nacidos en la Capital, a cualquier hora del día o la noche todos los días del año. En sus primeros 14 años el SAMUR Social ha atendido 157.378 emergencias individuales y 600 colectivas, recibe llamadas a diario, tiene una quincena de unidades móviles además de 400 voluntarios, en pocas palabras, realiza una labor admirable queofrece desde atención a alojamiento. Me enorgullece haber participado en su creación, como les contaba anteriormente, hay proyectos que se convierten en realidades.

Si habitualmente suelo contarles historias sobre nuestra Ciudad y su Alcaldesa, hada-madrina, hoy he querido hacer una reflexión sobre la realidad política en unos días que han sido desgarradores en muchos sentidos y para todos. El resultado es que el PSOE ha entrado en el Gobierno por la puerta de atrás, sin elecciones y con un 30% más de Ministerios. No puedo sin embargo dejar de recordarles que nuestra Alcaldesa, aunque caigan chuzos de punta, sigue en su mundo de fantasía hablándonos a los madrileños de amor, “hoy no pueden existir ciudades sin amor”- nos ha dicho, Madrid tiene que ser cada vez más receptiva y estar abierta a todos, mantiene. Espero que con ese motivo empiecen a ser cada día más eficaces en la gestión que será la única manera de conseguir sus grandilocuentes objetivos: amor, paz, afectos, abrazos, cuidados mutuos... en este uso del lenguaje está la falacia.