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Alargamiento de pene: Verdades y Mentiras

Hay multitud de anuncios de alargamiento de pene en internet en particular en las páginas de pornografía. En algunos casos, prometen aumentar el pene hasta 5 y 7 cm mediante pastillas, bombas de vacío, alargadores, etc...El Dr. François Peinado, Jefe del Servicio de Urología del Complejo Hospitalario Ruber Juan Bravo, hace un breve repaso a todas estas opciones y los verdaderos resultados que se puede esperar de cada unan de ellas.

Alargamiento de pene: Verdades y Mentiras
Alargamiento de pene: Verdades y Mentiraslarazon

Empecemos por hablar del tamaño del pene “normal”. La mayoría de los penes que examinamos en consulta son totalmente normales a pesar de que muchos hombres consultan por ello. La sociedad moderna y en particular las películas, han relacionado el tamaño del pene con la virilidad del varón; en la mayoría de los casos, el tamaño del pene en flacidez oscila entre los 8 y 13 cm y en erección entre los 13 y 18 cm. Una regla para conocer aproximadamente el tamaño del pene en erección es estirándolo y se aproxima a su tamaño en erección. Penes por debajo de 7,5 cm no son comunes y por tanto se etiquetan de micropenes.

Las píldoras para alargar el pene no funcionan y no hay ninguna evidencia científica que haya demostrado su eficacia.

Los alargadores de pene que solemos utilizar los cirujanos que nos dedicamos a la cirugía de pene pueden conseguir un aumento del tamaño del pene de 1-2 cm tras un uso prolongado; los utilizamos fundamentalmente para evitar la retracción del pene después de la cirugía de Peyronie.

Las bombas de vacío permiten rellenar el pene con sangre venosa mediante un proceso de succión causando una erección artificial; también las prescribimos después de la cirugía de cáncer de próstata o Peyronie para originar un estímulo sanguíneo. El paciente debe colocarse un anillo en la base del pene para evitar la pérdida de sangre de los cuerpos cavernosos. Este anillo debe retirarse a los 20-30 minutos máximo para evitar lesiones significativas en el pene. Los ejercicios con la bomba de vacío tienen el objetivo de realizar estiramientos del pene pero no consiguen un alargamiento real del mismo.

Los estiramientos continuos del pene a través de ejercicios (jelquing) pueden conseguir un mínimo efecto después de un largo tiempo de su ejercicio.

En resumen, ninguna técnica no quirúrgica ha demostrado hasta el momento actual conseguir alargamientos eficaces.

En relación con la cirugía, la técnica más utilizada es la sección del ligamento suspensorio del pene que es el que “sujeta” el pene desde el hueso púbico hasta su parte interna que es la que se introduce en la región pélvica. En muchos casos, los pacientes presentan también grasa infrapúbica que aconseja hacer una liposucción. En realidad, no se alarga el pene, sino que se “saca” del abdomen. Otra técnica que puede complementar esta cirugía es una escrotoplastia dado que hay pacientes que presentan escrotos con mucha piel que tiende a esconder parte del cuerpo del pene.

Otras medidas generales son recortarse el vello púbico y hacer ejercicio puesto que puede conseguirse adelgazar mejorando el aspecto estético abdominal. En resumen, la mayoría de los tamaños de los penes que tratamos es normal resultando muy difícil conseguir un alargamiento real excepto con la cirugía.

Empecemos por hablar del tamaño del pene “normal”. La mayoría de los penes que examinamos en consulta son totalmente normales a pesar de que muchos hombres consultan por ello. La sociedad moderna y en particular las películas, han relacionado el tamaño del pene con la virilidad del varón; en la mayoría de los casos, el tamaño del pene en flacidez oscila entre los 8 y 13 cm y en erección entre los 13 y 18 cm. Una regla para conocer aproximadamente el tamaño del pene en erección es estirándolo y se aproxima a su tamaño en erección. Penes por debajo de 7,5 cm no son comunes y por tanto se etiquetan de micropenes.

Las píldoras para alargar el pene no funcionan y no hay ninguna evidencia científica que haya demostrado su eficacia.

Los alargadores de pene que solemos utilizar los cirujanos que nos dedicamos a la cirugía de pene pueden conseguir un aumento del tamaño del pene de 1-2 cm tras un uso prolongado; los utilizamos fundamentalmente para evitar la retracción del pene después de la cirugía de Peyronie.

Las bombas de vacío permiten rellenar el pene con sangre venosa mediante un proceso de succión causando una erección artificial; también las prescribimos después de la cirugía de cáncer de próstata o Peyronie para originar un estímulo sanguíneo. El paciente debe colocarse un anillo en la base del pene para evitar la pérdida de sangre de los cuerpos cavernosos. Este anillo debe retirarse a los 20-30 minutos máximo para evitar lesiones significativas en el pene. Los ejercicios con la bomba de vacío tienen el objetivo de realizar estiramientos del pene pero no consiguen un alargamiento real del mismo.

Los estiramientos continuos del pene a través de ejercicios (jelquing) pueden conseguir un mínimo efecto después de un largo tiempo de su ejercicio.

En resumen, ninguna técnica no quirúrgica ha demostrado hasta el momento actual conseguir alargamientos eficaces.

En relación con la cirugía, la técnica más utilizada es la sección del ligamento suspensorio del pene que es el que “sujeta” el pene desde el hueso púbico hasta su parte interna que es la que se introduce en la región pélvica. En muchos casos, los pacientes presentan también grasa infrapúbica que aconseja hacer una liposucción. En realidad, no se alarga el pene, sino que se “saca” del abdomen. Otra técnica que puede complementar esta cirugía es una escrotoplastia dado que hay pacientes que presentan escrotos con mucha piel que tiende a esconder parte del cuerpo del pene.

Otras medidas generales son recortarse el vello púbico y hacer ejercicio puesto que puede conseguirse adelgazar mejorando el aspecto estético abdominal. En resumen, la mayoría de los tamaños de los penes que tratamos es normal resultando muy difícil conseguir un alargamiento real excepto con la cirugía.