Al mal tiempo...

El tiempo está revuelto. Los barcos no pueden salir a faenar y los aviones malamente pueden aterrizar, aunque entre vaivenes los consiguen. El embalse de Bárcena –que no de Bárcenas–, en El Bierzo, está en alerta por sequía, y es que está más necesitado de agua que una mala resaca dominical. En Burgos la alerta es bien distinta, pues los ríos cercanos al Ebro peligran de desbordamiento. Pero por si fuera poco todo este caos, en la provincia de Zamora se ha activado el nivel medio de riesgo de incendios. Y uno ya no sabe si está en febrero, agosto o diciembre. Menos mal que estos últimos días parece que ha llegado el temporal propio de esta época, aunque no guste.

El tiempo, en la política regional, está igual de confuso y despistado. En el PSOE los ‹‹sanchistas›› intentan llegar a buen puerto, aunque para eso primero hay que salir a alta mar y algunos ni siquiera se mojan los pies en la orilla. El debate entre Errejón e Iglesias también está servido, pues algunos necesitan mucha agua para pasar el mal trago y otros sudan todos los litros que les sobran. Los Congresos están a la vista, a escasos meses, y si no se nubla la visión el panorama puede ser bien distinto –¿mejor?– en próximas fechas.

En el PP de Castilla y León la misma pregunta sigue resonando: ‹‹¿Seguirá Herrera?››. Y la alerta por incendios se dispara entre los que argumentan ‹‹que ya está muy quemado›› y los que esperan una extinción a la mayor brevedad posible.

Llegarán nubes y claros. Incluso ‹‹volverán las oscuras golondrinas / de tu balcón sus nidos a colgar››, porque después del temporal llega la calma. O eso dicen.