El desafío independentista
Así vivió el Embajador de Bélgica la llegada de Puigdemont a su país
La revista Diplomacia ha tenido el privilegio de ser el único medio al que el Embajador Marc Calcoen ha concedió una entrevista en plena “movida” con la visita del ex presidente catalán a sus tierras.
Publicada en el número de diciembre, el Embajador expresó de manera muy amable cómo vivió sus primeros momentos. No tiene desperdicio:
“No se puede negar que los dos últimos meses han sido un periodo muy movido en nuestras relaciones bilaterales. Madrid suele ser un puesto muy agradable y tranquilo para un embajador belga (al igual que Bruselas para un embajador español). La cuestión catalana se ha mezclado con mucha fuerza en el debate de la política interior belga y ha tenido sus ramificaciones en Bélgica por las acciones de ciertos políticos catalanes. Me acuerdo que desde el 1 de octubre hasta mediados de noviembre no me han dejado tranquilo. Llegaban ciertas declaraciones desde Bélgica, había reacciones españolas, entrevistas en periódicos... Casualidad o no, pero a mi esposa y yo nos gusta hacer senderismo en las montañas. Me encontraba cada vez en alguna parte de la Sierra de Gredos o de la Sierra de Guadarrama cuando llegaban estas noticias. A veces he podido reaccionar inmediatamente, otras no, al no tener cobertura móvil. Esto nos llevó a otros problemas. El lunes 30 de octubre tenía planeada desde hace tiempo una visita al Hayedo de Montejo en el Norte de Madrid. Era el fin de semana después de las declaraciones del secretario de Estado Francken relativas a una oferta de asilo al Sr. Puigdemont. Un colega embajador empatizó conmigo y le dije que no podían pasar ya muchas cosas más graves que eso. Una hora más tarde, recibí el primer rumor de salida de Puigdemont hacia Bélgica, lo que me llevó una vez más a interrumpir mi visita tranquila a la montaña, al recibir todo tipo de llamadas y whatsapps. También hemos recibido centenares de reacciones espontáneas de ciudadanos medios españoles que a veces olvidan que Bélgica, al igual que España, es un país muy complejo. De ello, he aprendido que los españoles son un pueblo apasionado y expresivo. Mi vocabulario español se ha extendido bastante, pero creo que no puedo utilizar ninguna de estas palabras en esta entrevista”.
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