
Suceso
El oscuro acontecimiento que marcó la historia de España: el primer crimen esotérico ocurrió en este municipio de Canarias
La espiral de irracionalidad que culminó en este crimen se originó en el seno de la familia Valido

Telde, un municipio emblemático de Gran Canaria, ha sido tradicionalmente conocido como la Ciudad de las Brujas, un apodo que hace referencia a las antiguas leyendas populares que narran encuentros nocturnos entre mujeres, inmersas en rituales esotéricos y aquelarres. Estas historias, cargadas de misterio, han tejido una atmósfera de fascinación alrededor de la ciudad, un lugar donde la tradición y lo sobrenatural se entrelazan en la memoria colectiva.
Sin embargo, el legado histórico de Telde no solo está marcado por la magia y los mitos, sino también por una tragedia que dejó una huella imborrable en la historia negra de España: el primer crimen esotérico del país. Aquel macabro suceso ocurrió en 1930, hace casi un siglo, y transformó a Telde en el escenario de un hecho que, hasta hoy, sigue siendo recordado como uno de los episodios más oscuros y escalofriantes de la historia criminal española.
La espiral de irracionalidad que culminó en este crimen se originó en el seno de la familia Valido, integrada por Francisco Valido, su esposa Aurelia Calixto y sus cinco hijas. La tragedia comenzó con la enfermedad de su hijo mayor, Fernando, quien a los 23 años contrajo tifus, una dolencia que en aquellos tiempos resultaba fatal.
Desesperado por salvar a su hijo, Fernando se alejó de los tratamientos médicos convencionales y se sumergió en el mundo del espiritismo, buscando respuestas en lo esotérico. A pesar de sus esfuerzos, su búsqueda resultó infructuosa y, finalmente, Fernando falleció. Sin embargo, su muerte no fue el fin de la angustia para la familia. Lejos de encontrar consuelo, su partida dio inicio a una serie de tragedias que sacudirían profundamente a los Valido, arrastrándolos a un abismo de desesperación y oscuridad.
Candelaria asume el papel de médium
Candelaria, una de las hermanas, asumió el papel de médium, firmemente convencida de que podía establecer contacto con el espíritu de su hermano fallecido. Guiada por esta creencia, comenzó a realizar sesiones espiritistas, en las que, según ella, Fernando se comunicaba desde el más allá. Lo que comenzó como un intento de encontrar paz se transformó en una peligrosa obsesión, arrastrando a la familia aún más hacia la oscuridad.
Según los relatos, durante una de las sesiones espiritistas, Fernando supuestamente reveló a Candelaria que su alma, atrapada en el purgatorio, no podría ascender al cielo sin un sacrificio humano. Este mensaje, cargado de un siniestro tono místico, sembró la semilla de una tragedia aún mayor. Convencida de que cumplir con este “mandato” espiritual era la única forma de liberar a su hermano, Candelaria y su familia comenzaron a ver la muerte como una necesidad para alcanzar la salvación, sumidos en una espiral de irracionalidad que desafiaría los límites de la razón.
El sacrificio
Guiada por estas creencias, Candelaria designó a su hermana menor, Carmen, como la posible víctima del sacrificio, creyendo que su muerte sería la única forma de liberar el alma de Fernando. Sin embargo, este primer intento fracasó. Desesperada, Candelaria se decidió entonces por su hermana mayor, Aurelia, convenciéndola de que ella era la elegida para cumplir con el fatídico ritual.
En un acto desgarrador, Aureliafue atada de pies y manos con un rosario, inmovilizada en una silla por sus propios padres. En medio de oraciones y súplicas, su familia observó con horror cómo, a base de golpes y violencia, Aurelia perdía la vida, todo en nombre de una creencia distorsionada. Lo que debería haber sido un acto de amor y protección se transformó en una pesadilla incomprensible, donde la tragedia y la irracionalidad se fusionaron en un destino fatal.
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