Ávila

“El agua es nuestra aliada en la lucha contra la pandemia”

Así lo asegura el investigador Juan Manuel Ortiz en las Jornadas Virtuales de la Universidad Católica de Ávila

El investigador Juan Manuel Ortiz, durante una nueva Jornada Virtual Multidisciplinar de la Universidad Católica de Ávila (UCAV)
El investigador Juan Manuel Ortiz, durante una nueva Jornada Virtual Multidisciplinar de la Universidad Católica de Ávila (UCAV)UCAV

El covid-19 continúa centrando la información en periódicos, radios y televisiones. Un tema que sugiere muchas dudas es el agua, desde el lavado de manos, la situación de las piscinas este verano e incluso, la detección del virus en aguas residuales. Para resolver todas esas dudas, la Universidad Católica de Ávila (UCAV) ha querido contar con la participación de Juan Manuel Ortiz, investigador Senior de Imdea Agua, en una sesión más de las Jornadas Virtuales Multidisciplinares que organiza la institución.

Una jornada que ha reiterado el acceso al lavado de manos es el modo óptimo de combatir al virus porque éste puede estar alojado en las superficies a través de gotas que pueden llegar a nuestras manos y, posteriormente, a la cara provocando que la persona se infecte.

¿Qué sucede cuando nos lavamos las manos? La acción que tiene el jabón es destructiva frente al virus porque una de sus principales características es la capacidad de disolver las grasas. Precisamente, la membrana del virus es parecida a una pequeña película de grasa que recubre al material genético, de manera que cuando el jabón se pone en contacto con el virus, rompe su membrana e inactiva la capacidad que tiene el virus de infectar.

Por tanto, “el agua es nuestra aliada en la lucha contra la pandemia, y el acceso a agua segura preserva nuestra salud y nuestro bienestar”, ha indicado Ortiz. Sin entrar en los efectos del virus o cuestiones más científicas, el investigador, ha aclarado que estos temas relacionados con el agua están basados en la información aportada por el máximo organismo de salud a nivel mundial, la OMS, así como otras fuentes oficiales.

“El agua que llega a nuestras casas, lo hace en perfectas condiciones para ser consumida”, ha explicado. Esto es porque el agua está esterilizada, es decir que en una potabilizadora capta el agua del suelo y se trata para quitar todas las sustancias no aptas para ser potable. Después se filtra y se hecha una sustancia (cloro) que provoca que el agua permanezca estéril incluso en su trayecto por las tuberías.

El cloro ataca a las membranas celulares de los microorganismos que puedan estar contenidos en el agua y los desactiva. Por ello, el agua que llega a nuestras casas, microbiológicamente está perfecta para ser consumida. Además, cuando esta agua se introduce en la red de distribución, está presurizada, es decir, que en ningún momento se puede pinchar la tubería e introducir un contaminante porque si se pinchara, el agua saldría hacía afuera.

Gracias al cloro, las piscinas no serían un foco de contagio porque el virus no podría propagarse a través del agua. Sin embargo, sí sería peligroso por las aglomeraciones de personas.

Virus en aguas residuales

“Todo lo que hacemos en casa, al final acaba o en el fregadero de la cocina o en el sanitario o en el desagüe de la ducha”, ha indicado Ortiz. Toda esa agua que puede salir de una casa, se recoge y se manda por la red de saneamiento a una depuradora. En este sentido, toda el agua de una población que llega a esa depuradora puede ser utilizada para detectar de manera temprana, a través de esas aguas residuales, si esa población está teniendo un brote, ha manifestado.

Esta detección es una “herramienta complementaria” a los estudios epidemiológicos -“aunque seguramente no sea el virus completo, sino trazas de él”- que puede permitir que se tomen unas decisiones u otras.

Imdea Agua es un instituto de investigación enfocado en la gestión integral del agua, la optimización de los procesos de toma de decisiones públicas y privadas, y en el fortalecimiento del vínculo entre el agua, los servicios públicos, la economía y las instituciones.

El Grupo de Bioelectrogénesis (Bioe) se fundó hace diez años en la Universidad de Alcalá-IMDEA Agua con el único propósito de desarrollar aplicaciones novedosas en el campo de la bioelectrogénesis microbiana, un proceso novedoso que explota la capacidad de algunas bacterias para transferir o aceptar electrones de materiales conductores. El grupo cuenta con 20 investigadores predoctorales y posdoctorales, y participa en diversos proyectos tanto nacionales como europeos (Ministerio de Ciencia e Innovación, CDTI, LIFE+, H2020), así como en la Noche Europea de Investigadores desde 2010 ( FP7-people), y coordina el boletín trimestral de la Sociedad Internacional de Tecnologías Microbianas Electroquímicas (ISMET).