Coronavirus

La carta de unos niños que emociona a los médicos del Hospital de Segovia

Cinco menores de Cantimpalos escriben y firman una misiva que envían al centro hospitalario junto a unas pastas de té que han comprado vendiendo pulseras para agradecer a los sanitarios su esfuerzo

Profesionales sanitarios posan con las pastas que les han llegado de los niños de Cantimpalos para agradecer este gesto solidario que les ha emocionado
Profesionales sanitarios posan con las pastas que les han llegado de los niños de Cantimpalos para agradecer este gesto solidario que les ha emocionadoLa RazónLa Razón

Las cifras de fallecidos y contagiados que está dejando esta pandemia son duras y a todos costará salir adelante hasta que estos meses no sean más que una pesadilla primaveral. El virus parece que empieza a difuminarse aunque sigue ahí muy presente entre nosotros, y la prudencia y responsabilidad individual de cada uno es la mejor medicina en estos momentos para evitar que nuestros sanitarios tengan que volver a vivir las jornadas de infarto y desasosiego que han visto con sus ojos y han resuelto con sus manos y su pericia médica. No hay imágenes de esos momentos, aunque no hagan falta verlas para que cada uno se las pueda imaginar, pero sí las hay de los momentos más esperados, de las personas que poco a poco se han ido recuperando de la enfermedad y salen felices y entre aplausos de las habitaciones de los hospitales, tras más o menos días ingresados en las UCI luchando por su vida.

También hay imágenes, las que más, de la solidaridad de la ciudadanía en forma de equipos de personas trabajando a destajo en la elaboración de equipos de protección de todo tipo, como las mascarillas, las batas o las pantallas faciales, cuando escaseaban y eran un producto de lujo, así como del aliento de la gente cada día desde los balcones en los momentos tan duros para todos, pero especialmente para los profesionales sanitarios. En la retina de todos está la de aquél taxista que cada día trasladaba a los sanitarios a su trabajo en Madrid sin cobrarles ni un solo céntimo y que un día, por sorpresa, recibía el agradecimiento de los médicos, pero, sobre todo, el aplauso de la sociedad.

Gestos de solidaridad y respeto por una profesión como la que esta semana ha llegado al Hospital de Segovia en forma de carta, escrita y firmada por su puño y letra por cinco niños de entre cuatro y nueve años de la localidad segoviana de Cantimpalos. Una misiva enternecedora, de esas que ponen la piel de gallina, y que enseñan, sobre todo, que la vida puede ser maravillosa y que merece muy mucho la pena luchar por ella.

“Hola, somos unas niñas y niños de Cantimpalos, y llevamos dos semanas vendiendo pulseras para poder mandaros unas pastas de té y que así podáis coger fuerzas para seguir haciendo vuestro trabajo tan bien como siempre”.

¡¡Sois nuestros héroes!!

carta escrita y firmada por los cinco niños de Cantimpalos
carta escrita y firmada por los cinco niños de CantimpalosLa RazónLa Razón

Así de sencilla, pero a la vez, enorme, por sinceridad, carga emocional y porque va directa al corazón, es la carta que firman Fabio y Olaya Soto, Ania Salvador, y Nora y Paula Velázquez.

Los profesionales sanitarios del Hospital de Segovia están muy contentos por los mensajes de apoyo que les llegan cada día pero esta carta está siendo especial, por esa naturalidad, afabilidad y espontaneidad típicas de los niños, que desde Cantimpalos han querido agradecer a su manera el enorme sacrificio que los sanitarios han hecho estos días por la sociedad españolas.

Y las pastas, también, han llegado al centro hospitalario, como se muestra en la imagen principal que ilustra esta información, en la que posan varios profesionales con ellas devolviendo también de alguna manera este que les ha emocionado y, sobre todo, les hace seguir adelante con más bríos y ahínco si cabe en su tarea diaria por la salud de las personas.