Coronavirus
La Covid-19 diluye un fin de semana bajo la lupa policial para evitar fiestas
El objetivo es recordar a los más jóvenes que este no es un año más y que las celebraciones fueron suspendidas en el decreto de la nueva normalidad dictado por la Junta
La tradicional alegría de los peñistas y de los habitantes de cientos de municipios de Castilla y León que estarían en fiestas este fin de semana de no ser por la pandemia del coronavirus se ha transformado en frustración, al comprobar que su pañoleta, su camiseta y su espíritu fiestero tendrán que esperar un poco más, al menos si no quieren pagar alguna de las multas que impondrán las autoridades sanitarias en caso de reuniones indebidas.
En algunos municipios de la Comunidad, como en el vallisoletano de Viana de Cega, las peñas han impulsado iniciativas para que, al menos de forma simbólica, el pueblo recuerde estos días que la fiesta queda latente hasta que se puedan reunir con seguridad sanitaria y por ello han colocado las coloridas camisetas y pañoletas en el balcón del ayuntamiento.
Para muchos ciudadanos este tipo de gestos están bien porque recuerdan a los más jóvenes que este no es un año más, que las fiestas fueron suspendidas como tal en el decreto de la nueva normalidad dictado por la Junta a finales de junio, como consecuencia de la situación de pandemia, y que esto no ha variado ni por la mejoría experimentada en julio, ni por el empeoramiento que se observa en los últimos días.
Aunque el vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Francisco Igea, ha planteado en los últimos días que este fin de semana no preocupa especialmente al Gobierno autonómico por haber tomado medidas para evitar que se celebren las fiestas y confiar en la acción de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado para controlarlo, el hecho es que la Delegación del Gobierno en esta Comunidad ha anunciado un incremento en la vigilancia en los municipios que hubieran celebrado sus fiestas en estas fechas.
Uno de los objetivos principales es evitar los temidos botellones de los jóvenes, como han reconocido fuentes de las Subdelegaciones del Gobierno en provincias de la Comunidad, como la de Segovia, que ya ha interpuesto hasta tres denuncias en lo que va de verano contra integrantes de peñas de diferentes municipios por incumplir el horario nocturno estipulado, aunque han negado que se hayan producido grandes aglomeraciones.
Las sanciones pueden oscilar entre los 100 y los 600.000 euros, en función de la gravedad de los incumplimientos de la normativa, aunque las instituciones han apelado a la buena voluntad de los ciudadanos para cumplir con las medidas de seguridad ante la Covid y para que no sean olvidadas en estas ‘no fiestas’ de 2020.
Un ejemplo de esta adaptación de las fiestas se encuentra en el municipio zamorano de Toro, que ha optado por sustituir los festejos en honor a San Agustín por un ciclo de conciertos en la plaza de toros, que arrancarán mañana y se prolongarán hasta el próximo 8 de septiembre, pero también se observa en otros de otras provincias como Mombeltrán y Arenas de San Pedro, en Ávila, o en Villalobón, Velilla del Río Carrión y Cervera de Pisuerga, en Palencia, entre otros.
Actuaciones de magia, microteatro al aire libre, monólogos, hinchables, concursos de pintura, talleres de todo tipo y trenes turísticos han sido algunas de las alternativas, en un verano que también ha estado marcado por la ausencia de piscina en algunos de estos municipios, como medida preventiva tomada por los ayuntamientos para evitar contagios y denuncias.
Como se suele decir cuando concluyen las fiestas, mañana quedará un día menos para las del año próximo, si la covid lo permite, claro.
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