Castilla y León
Llega a las salas de cine de toda España “Dehesa, el bosque del lince ibérico”, el nuevo documental de Joaquín Gutiérrez Acha
La película, que se preestrenó el 10 de marzo en Salamanca, vio aplazado su estreno comercial por la irrupción de la pandemia
Siete meses después de la fecha inicialmente prevista, “Dehesa, el bosque del lince ibérico” acaba de llegar a los cines de toda España. La irrupción de la pandemia pospuso el estreno del nuevo documental del naturalista y documentalista madrileño Joaquín Gutiérrez Acha, autor de largometrajes como “Cantábrico” o “Guadalquivir”, que se convirtieron en fenómenos de taquilla. Su nuevo trabajo fue rodado durante 26 meses en diferentes escenarios, incluida la propia Salamanca.
El nuevo largometraje del director de “Cantábrico” traslada al espectador a la gran desconocida de la Península Ibérica, la dehesa, un bosque único en el mundo donde florecen sensaciones muy diversas. Encinas, alcornoques y quejigos dan lugar a un campo de batalla donde se retan los grandes herbívoros, donde cazan los elegantes y sigilosos linces ibéricos y las formidables águilas, donde las flores esconden depredadores con camuflajes sorprendentes. Pero también puede ser un lugar amable que recibe cada año a miles de viajeros de larga distancia, que tienen en estos parajes sus cuarteles de invierno. Buscan un clima más cálido y el alimento más preciado, el oro de la dehesa, las bellotas. La moneda de cambio que estos árboles utilizan con los animales para preservar su existencia.
El protagonista indiscutible de esta película es el propio ecosistema, La Dehesa, un ecosistema exclusivo de la Península Ibérica. En las dehesas ibéricas se concentran las especies más exclusivas de la fauna ibérica: cigüeñas negras, buitres negros, linces ibéricos, águilas imperiales, son solo algunas de las más representativas. Los dos últimos, el lince ibérico y águila imperial, no existen en ningún otro lugar del mundo, son endémicas de la Península Ibérica.
‘Dehesa, el bosque del lince ibérico’ es el tercero de una serie de documentales “ibéricos”, como los denominó en la presentación en Salamanca el productor de la película, José María Morales, que completa la trilogía formada junto a “Guadalquivir” y “Cantábrico”. El objetivo así es “llegar a todo el máximo público posible en los cines porque para proteger la dehesa hay que amarla, y para amarla, hay que conocerla”.
El documental se rodó durante 26 meses, con “muchísimas horas de grabación”, en distintos parajes de la dehesa salmantina con “la profesionalidad y el cariño” de un equipo capitaneado por el director del documental, Joaquín Gutiérrez Acha, para “enseñar uno de los ecosistemas del mundo con mayor biodiversidad” y que en el film, además de mostrar “un modelo forestal y agrícola impresionante” pero conocido por la presencia del hombre, también enseña “los otros personajes que aparecen cuando el hombre desaparece y la dehesa se queda tranquila”.
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