Lleva medio año al frente de la Universidad Europea Miguel de Cervantes (UEMC), la que el denomina «mi casa», y David García López asegura a LA RAZÓN, que pese a las circunstancias provocadas por la covid-19, está viviendo este tiempo «con mucha ilusión» y con el objetivo de «seguir formando a grandes profesionales y personas, así como de continuar generando conocimiento que «va a redundar en la generación de riqueza en nuestro entorno», destaca el rector.
- ¿Cómo valora estos primeros meses al frente de «tu casa» como has denominado?
- Muy positivos, y lo digo en mayúsculas. La pandemia lo ha marcado todo, pero los retos estratégicos que planteé en mi toma de posesión están avanzando a buen ritmo, gracias al esfuerzo de mi equipo y de toda la comunidad educativa.
- Siempre habla de su equipo...
- Es que haciendo un símil futbolístico, tengo un equipo de Champions. Ya les conocía y sabía de su competencia, pero con el paso del tiempo me he dado cuenta de que la elección ha sido muy adecuada. Y al frente estoy yo, que no rehuyo de la misión de líder que me han encomendado, y que además me gusta estar en el campo y en contacto con todos ellos.
- La covid-19 lo está cambiando todo en el modelo educativo, pero ustedes ya iniciaron hace tiempo este proceso...
- La digitalización era algo en lo que ya estábamos trabajando, pero te engañaría si te dijera que este proceso no lo ha acelerado. Además vamos a intentar aprovechar esa crisis negativa, que se está llevando muchas vidas y muchos puestos de trabajo, para sacar algo positivo en los cambios de la organización, que van a empezar a dar resultados en los próximos meses.
- ¿Cuáles son esos nuevos proyectos?
- Estamos trabajando en una transformación de los grados. Además tenemos entre manos un plan de investigación e internacionalización, aunque todo confluye en una misma prioridad, que no es otra, que mejorar la preparación de nuestros estudiantes para que puedan acceder al mercado laboral de la mejor manera posible. Que todos los procesos que se realizan en nuestras aulas o laboratorios estén optimizados para que nuestro estudiante afronte su salida en condiciones excelentes, ya sea porque quiere emprender o porque quiere mejorar el proyecto en el que participa.
- Castilla y León se caracteriza por preparar muy bien a los jóvenes, pero también por perder a ese talento...
- La retención y recuperación de talento es uno de los grandes retos que tiene esta Comunidad. Me consta que a nivel político es una de las líneas en la que se viene trabajando desde hace años. Nosotros también tenemos algo que decir y siempre tratamos de fomentar la creación de riqueza entre nuestros egresados, pero es cierto que es una asignatura pendiente. Contamos con unas universidades fantásticas, un modelo educativo muy bien conformado, con buenos resultados, pero igual fallamos a la hora de ofrecer un tejido industrial potente para la gente brillante, que provoca que la gente joven busque otras opciones.
- ¿Hay tanta demanda en Castilla y León para todas las universidades que hay?
- Los hechos así lo demuestran. Llevamos varios años coexistiendo de una manera coordinada y casando la oferta y la demanda. Creo que somos instituciones complementarias, existen universidades públicas muy grandes y con mucha historia, con otras más jóvenes que aportamos cosas diferentes. Hay universidades que apuesta por la formación presencial, otras que combinan la presencial y la on line. Así que creo que el sistema universitario castellano y leonés es fuerte, está bien constituido y le auguro muchos éxitos durante mucho tiempo.
- ¿Y cuál es la seña de identidad de la UEMC?
- Contamos con una potente oferta de grados y postgrados, con cerca de una treintena de titulaciones, que trabajan en distintas áreas del conocimiento. Si que es verdad que tenemos una mayor orientación hacía las Ciencias de la Salud que hace que seamos los que contemos con más alumnos, pero tampoco descuidamos nuestras Ciencias Sociales, o nuestra Politécnica, que cuenta con unos resultados excelentes. Pero también tenemos los pies en la tierra y somos conscientes de nuestro tamaño y que no podemos abordar todo con calidad. Por este motivo no podemos estar de acuerdo con el Real Decreto que pide que toquemos todas las áreas. Pensamos que podemos ofrecer más calidad si centramos los esfuerzos en líneas en las que nos sentimos potentes y fuertes, y es lo que tratamos de hacer aquí.
- ¿Qué mensaje lanza a las familias para que traigan a sus hijos a la UEMC?
- Que somos una Universidad que ofrece una formación muy realista, cercana y útil. Y eso es fruto de nuestro tamaño que nos permite cierta flexibilidad y amoldamiento a las necesidades de los estudiantes, lo que nos permite ser más ágiles a otras instituciones, no es una crítica, es una diferenciación. Además podemos ofrecer experiencias internacionales, podemos estar más cerca de los estudiantes y ofrecerles ese plan que pueda mejorar su perfil profesional. Hace años nuestro lema era «Universidad en persona», y aunque ahora no lo utilizamos la esencia sigue, y el trato personal y humano con los alumnos es uno de nuestros símbolos.
- ¿Cree que se está persiguiendo a la Educación privada?
- No lo veo así. Es cierto que hay una manía de que se analiza como es una institución en función del tipo de organización que defienda o de donde vienen sus fondos. Realmente el debate tiene que estar en la formación que ofrece y si el alumno y la familia es la que espera. Además el sistema de garantía de las universidades españolas nos obliga a que todas las instituciones tengamos que ofrecer la misma calidad, así que en ese sentido somos todas iguales. Pero es verdad que existe ese debate y que la mayoría de los titulares vayan hacía ese lado, que es un tema muy estéril. Al final una familia que hace una gran esfuerzo por matricular a su hijo, o un alumno que está trabajando para matricularse, le da un poco igual de donde vienen los fondos que financia a ese profesorado, lo que realmente quiere es saltar al mercado laboral en las mejores condiciones.