Cuando en España pocos poetas relevantes escribían y publicaban poemas o libros dedicados a Cristo, Pérez Alencart se ‘atrevía’ a ello y ofrecía ‘Cristo del Alma’, aparecido bajo el sello de la editorial madrileña Verbum. Mañana, a las 19 horas, se podrá seguir por el Facebook y el canal YouTube de la Red Tiberíades.
¿Nunca temió “represalias” de ciertos círculos literarios manifiestamente contrarios a estas manifestaciones de fe cristiana vertidas en sus versos?
El compendio intemporal y universal de mejor Poesía (con mayúsculas) está contenida en la Biblia y todo creyente que escriba versos que contengan Poesía, debería tratar de aprender de estos profetas-poetas. Que si gustan de la poesía erótica y amatoria, ahí está el sublime Cantar de los Cantares; que sí solo prefieren la poesía lírica, entren en los Salmos del rey-poeta David y demás compañía; que si les interesa la poesía aforística, empápense de Eclesiastés; que si les interesa la poesía dramática, ahí tienen el Libro de Job; que si les gusta la poesía social, no hay mejores poetas que clamen contra las injusticias como los profetas, llámense Jesús, Amós, Jeremías, Isaías…
Por todo ello, entonces no solo me resultaba irrelevante cualquier tipo de ostracismo o veto, sino que me sentía orgulloso de formar parte, aunque sea como un endeble eslabón, de ese linaje poético. Ahora bien, en Poesía lo que debe importar de verdad es el voltaje poético con el que se dota a los versos, y no el tema. Hasta aquellos que, en público o en privado, denostan y/o pretenden degradar a la poesía cristiana a lo último del escalafón, se vuelven mansos, genuflexos o extasiados cuando se trata de San Juan de la Cruz, por ejemplo.
Con esto quiero decirle que yo siempre he tratado a contracorriente. En 2007 publiqué ‘Hombres trabajando’, todo un libro de poesía social, la cual también ha estado ‘estigmatizada’ desde hace varias décadas. No me importó. Al año siguiente comenzó la crisis y ese librito, que había pasado sin pena ni gloria en tiempos de aparente opulencia, tuvo muchos ojos que se acercaron con otra perspectiva. Una de las citas iniciales de dicho poemario viene, precisamente, de los Evangelios: “He aquí, clama el jornal de los obreros/ que han cosechado vuestras tierras, el cual por engaño no les ha sido/ pagado por vosotros”. Lo puse partiendo la prosa, como si fueran versos, y es de la Epístola de Santiago, el hermano de Jesús.
¿Cree usted que hay poetas muy influenciados en los poetas bíblicos, aunque nunca citen sus fuentes?
Efectivamente, lo paradójico es que muchos poetas ajenos al cristianismo sí han bebido de las fuentes poéticas de la Biblia, saqueándolas sin pudor, sin citarlas, a través de glosas evidentes para quienes conocemos los textos. En el pórtico de esta poesía reunida recuerdo lo escrito por León Felipe: “Me gusta desmoronar esas costras que han ido poniendo en los poemas bíblicos la rutina milenaria y la exégesis ortodoxa de los pulpitos para que las esencias divinas y eternas se muevan otra vez con libertad. Después de todo, digo otra vez que estoy en mi casa. El poeta, al volver a la Biblia, no hace más que regresar a su antigua palabra…”.
En esa nota suya que antecede a los libros, también leo que estos libros son ofrendas que hace al Amado galileo. ¿Podría ampliarnos sobre este tributo?
Jesús es el Poema encarnado, el Poema más perfecto de Dios. En tal sentido, descreo de ritualismos efervescentes por el Amado galileo, el Poeta mayor del Reino. En el poema ‘Mi verdad’, el primero de ‘Hombres trabajando’, puse una cita suya: “Bienaventurados los que padecen/ persecución por causa de justicia”. Jesús nutre dos fes que me vivifican: la fe poética y la fe cristiana, ambas preñadas del revolucionario Evangelio y de esas Palabras de irradiación fecunda que transcribieron los profetas.
¿Qué libros suyos se reúnen en “Al encontrarme con tus palabras”?
Agradezco al poeta y editor Luis Cruz-Villalobos, quien me insistió en reunir mis cuatro libros con anclaje cristiano. En este volumen editado en Waco (Texas), están ‘Cristo del Alma’ (2009), ‘Prontuario de Infinito’ (2012); ‘Hasta que Él vuelva’ (2014) y ‘Barro del Paraíso’ (2019). El título viene de un verso del poeta-profeta Jeremías: “Al encontrarme con tus Palabras, yo las devoré”.
La presentación será este domingo 17. ¿Quiénes participan?
Cierto, será una presentación virtual e intervendrán el poeta y filólogo español Juan Carlos Martín Cobano, el poeta y teólogo mexicano Leopoldo Cervantes-Ortiz y el poeta y editor chileno Luis Cruz-Villalobos. Al final, diré unas palabras y leeré un poema. Será mañana, domingo 17, a las 19 horas (España) y se podrá seguir en https://www.facebook.com/redtiberiades y en el canal YouTube de Red Tiberíades.