Sociedad
Argüello llama a caminar juntos y arrimar el hombro "frente a los apagones que nos desequilibran e inquietan"
El arzobispo de Valladolid preside en la Catedral la misa por el eterno descanso del Papa Francisco
A pesar de lo intenso de este lunes debido al gran apagón que dejado a España sin electricidad durante al menos siete de horas, la Catedral de Valladolid ha acogido esta tarde la misa por el eterno descanso del papa Francisco presidida por el arzobispo de Valladolid y presidente de la Conferencia Episcopal Española, Luis Argüello.
Un ceremonia a la que han asistido cientos de personas, entre ellas numerosos religioso y sacerdotes además de autoridades políticas como la consejera de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, María González Corral, e de la Presidencia, Luis Miguel González Gago; el alcalde de la ciudad, Jesús Julio Carnero; el presidente de la Diputación de Valladolid, Conrado Íscar; o el presidente de las Cortes, Carlos Pollán, entre otros, además de los fieles vallisoletanos.
Una multitudinaria misa en la que se instalaron medio millar de sillas en las naves laterales de la Catedral para mejor acomodo de los asistentes y cada una de estas naves dispuso de una pantalla donde se proyectó la retransmisión en directo de la misa que ha podido verse a través del canal de YouTube de la Archidiócesis de Valladolid.
Durante su homilía, Monseñor Argüello apelaba a Jesucristo como la luz de mundo frente a los miedos y las angustias actuales. Un Jesucristo del que, según el religioso de Meneses de Campos, el Papa Francisco estaba "profundamente enamorado".
"En medio de los apagones que vivimos, la Iglesia, que no tiene una luz propia, humildemente ofrece a quien es la única luz, la que disipa las tinieblas y se mantiene en los apagones", decía el prelado.
El arzobispo aseguraba que Francisco recuerda y ofrece la alegría de la misericordia frente a las miserias del mundo movilizando a la iglesia para una salida que lleve la luz y ayude a aquellos que vienen de los apagones que matan.
Argüello advertía de los sufrimientos provocados por el pecado que se hace estructural y aseguraba que es posible nacer de nuevo en una vida que ponga por delante a la dignidad humana, a la reconciliación y al encuentro, y a una vida plena y eterna.
El presidente de los obispos españoles señalaba que hoy la Iglesia navega en la sociedad medio de nuevas situaciones que demandan también a la Iglesia una nueva forma de situarse, de organizarse y de caminar juntos.
"Estamos llamados en la permanente novedad de Jesucristo a nacer y vivir de nuevo", decía el religioso, quien destacaba que el Papa Francisco ha querido impulsarnos para vivir este camino sinodal de anuncio de la misericordia cada uno en su vocación, desde una Santidad compatible con seguir siendo pecadores.
Argüello destacaba la cercanía de mirar y atender del Papa Francisco y frente a un mundo de guerras y problemas nuevos como un apagón en estas horas que nos desequilibra y nos inquieta y nos hace preguntarnos donde estamos.
El arzobispo aseguraba también durante su sermón que la Iglesia Católica quiere ser una escuela permanente de ensanchar el nosotros, de ofrecer un frágil signo de comunión y reivindicaba el hecho de ser cristiano y la cultura del encuentro y la fraternidad más allá de ideologías y creencias.
"Somos católicos y nos alegra serlos y queremos aprender a vivirlo sin pretensiones y el Papa Francisco nos lo ha pedido con mucha fuerza, ser una iglesia pobre entre los pobres", finalizaba Argüello, al tiempo que llamaba a arrimar el hombro para el bien común y seguir nuestra peregrinación en la historia como pueblo.