Opinión
Caminar con "pies de plomo"
"Si el BCE sigue bajando los tipos, el euro podría depreciarse e incrementar la inflación"
En estos días hemos conocido que el BCE ha bajado los tipos de interés por vez primera en ocho años y ha elevado la previsión de crecimiento en tres décimas, llegando al 0,9% para este año 2024. Si nos preguntamos a qué se debe esta situación, podríamos decir que la inflación ha experimentado una moderación y ha permitido realizar una acción como esta que, sin duda, notarán los bolsillos de los ahorradores.
Por el contrario, la Reserva Federal de EEUU (Fed) ha anunciado que va a mantener los tipos de interés en la horquilla del 5,25% al 5,5%, por el mismo motivo que el BCE los baja: por el aparente buen ritmo y sintonía de la economía. Es decir, para la Fed los datos de inflación mejoran, pero no lo suficiente como para reducir los tipos.
De esta forma, el BCE se adelante a la Fed, estando ambas instituciones pendientes de la evolución de la inflación en los próximos meses, algo que será clave para que los tipos sigan disminuyendo, se mantengan o, en el peor de los escenarios, vuelvan a subir. En este sentido, el tipo de interés óptimo sería aquel que ni estimulase ni lastrase la economía, es decir, que se encontrara con las variables económicas actuales entre el 2,5% y el 3%.
Además, debemos ser conscientes que iniciar la senda de la bajada de tipos produce un beneficio notable que tiene su reflejo en el abaratamiento de los costes de financiación, atrayendo el crecimiento económico y potenciando el mercado inmobiliario, puesto que aumentarán las hipotecas; la inversión empresarial a través de los préstamos, algo clave para la prosperidad socioeconómica; y el consumo de los hogares, gracias a los préstamos al consumo.
No obstante, esto no debe ser un señuelo y debemos tener cuidado, puesto que, si el BCE sigue bajando los tipos, el euro podría depreciarse e incrementar la inflación. Inflación que, por otro lado, no se reducirá hasta el 2% previsto por la UE debido a que la economía crecerá mas de los previsto, junto a la evolución al alza de los salarios, que harán subir los precios. Por lo tanto, y como bien han dicho algunos expertos, esta bajada de los tipos de interés se hace “con pies de plomo”.
Desde ECOVAEstudios comenzábamos el año señalando que “la inflación y los tipos de interés marcarán los datos de empleo de 2024”, un titular que, a día de hoy, no ha quedado desactualizado. De hecho, hace poco más de uno año, diferentes economistas se preguntaban si dejarían de subir los tipos de interés, puesto que los sucesivos aumentos solo repercutirían negativamente en el consumo y frenarían la inversión. Hoy, doce meses después, el BCE ha dado una tregua por primera vez desde 2016.
Para acompañar estas medidas monetarias, debemos ser conscientes del contexto de incertidumbre en el que estamos inmersos, en donde los ciudadanos se encuentran en la cúspide de una presión fiscal que en nada beneficia al consumo. Por lo que se deben tomar medidas al unísono que permitan acompasar estas bajadas de los tipos. Y, por supuesto, caminar en el día a día con “pies de plomo”, haciendo los deberes que tiene comprometidos España con Europa y que, a día de hoy, no se han hecho. Sobre todo en materia de deuda pública, siendo esencial centrarse en las inversiones y gastos prioritarios, reduciendo o eliminando todos aquellos que no aportan valor y que, en muchos casos, tienen tintes partidistas. Y que son muchos.
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