Sanidad

Castilla y León refuerza la vigilancia de enfermedades transmitidas por insectos con una nueva herramienta digital

La medida se une a la incorporación del mosquito Culex al programa de control y al refuerzo del Laboratorio de Salud Pública de Salamanca ante la amenaza de estas patologías y una nueva pandemia

Mosquito Culex, portador del virus del Nilo
Mosquito Culex, portador del virus del NiloCanva

La Consejería de Sanidad ha decidido reforzar su sistema de vigilancia epidemiológica frente a las enfermedades transmitidas por vectores con una estrategia integral que combina digitalización, investigación e incremento de capacidad diagnóstica. Para ello, acaba de lanzar una nueva herramienta digital para modernizar la gestión y el análisis de datos vectoriales, a la que se unirá en los próximos meses la incorporación del mosquito Culex -principal transmisor del virus del Nilo Occidental- al programa de vigilancia activa, y una importante inversión en el Laboratorio de Salud Pública de Salamanca para ampliar su capacidad de estudio molecular.

Esta triple acción responde a un escenario global en el que las enfermedades transmitidas por artrópodos se han convertido en una amenaza creciente y se perfilan como una de las posibles causas de la próxima gran pandemia. De hecho, cada vez se detectan más casos, como el declarado ayer de fiebre hemorrágica de Crimea-Congo en Salamanca, informa Ical.

Los vectores antrópodos -como garrapatas, mosquitos, piojos, pulgas, chinches o flebótomos- son responsables de la transmisión de más del 17 por ciento de todas las enfermedades infecciosas conocidas. Patologías como la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo, la enfermedad de Lyme, la anaplasmosis, la leishmaniosis o el virus del Nilo Occidental son solo algunas de las muchas que circulan a través de estos transmisores, y la Organización Mundial de la Salud estima que provocan alrededor de 700.000 muertes anuales en todo el mundo. La presión de factores como el cambio climático, la globalización, los movimientos de fauna silvestre y humana, y las alteraciones del entorno han favorecido la expansión geográfica de vectores y patógenos, generando nuevos riesgos en zonas donde antes no existían.

Con el objetivo de anticiparse y mejorar su capacidad de respuesta, desde Salud Pública se ha desarrollado una herramienta digital (VICEC) que permitirá gestionar de forma integrada todos los datos relacionados con la vigilancia vectorial en la Comunidad. La nueva plataforma automatiza la recogida de información sobre los vectores, su distribución geográfica, los resultados analíticos de las muestras, los focos detectados y la evolución temporal de su presencia, facilitando la creación de mapas de riesgo y alertas sanitarias en tiempo real. Esta tecnología también permitirá mejorar el control de las muestras, agilizar la toma de decisiones, generar informes epidemiológicos y compartir datos con redes nacionales e internacionales, en línea con el enfoque europeo de salud única o ‘One Health’.

La herramienta conectará en red a todos los agentes implicados en el sistema: técnicos de salud pública, veterinarios, entomólogos, laboratorios, profesionales de campo y autoridades sanitarias, mejorando la coordinación y reduciendo los tiempos de respuesta. Esta transformación digital supone un salto cualitativo en la gestión del riesgo vectorial, que hasta ahora se apoyaba en procedimientos más fragmentados y manuales.

Además de la digitalización, otra de las novedades será la incorporación del mosquito Culex al programa autonómico de vigilancia entomológica. Este vector, ampliamente distribuido en España, es el principal transmisor del virus del Nilo Occidental, una enfermedad emergente que ya ha causado brotes en comunidades como Andalucía, Extremadura o Cataluña. Hasta ahora, Castilla y León no había incluido su vigilancia activa, pero este año comenzarán los muestreos específicos para detectar su presencia en humedales y zonas de riesgo. El seguimiento de este mosquito se suma a la red de trampas y puntos de control ya existentes, entre los que se encuentra también el programa de vigilancia del mosquito tigre (Aedes albopictus), en expansión en otras comunidades y vigilado en Castilla y León desde 2024 mediante trampas selectivas de ovoposición.

El tercer pilar de esta estrategia es la reciente inversión de 85.000 euros en el Laboratorio de Salud Pública de Salamanca, que progresivamente se consolidará como el centro de referencia autonómico para el diagnóstico de patógenos transmitidos por vectores, el laboratorio ha mejorado sus capacidades técnicas, ampliado su equipo y modernizado sus equipamientos, lo que permitirá realizar un mayor número de análisis moleculares, con mayor rapidez y precisión. Allí se comenzarán a procesar muestras de garrapatas, mosquitos y otros vectores recogidos en campañas de campo para la detección de virus como el de encefalitis transmitidas por vectores, bacterias como Borrelia burgdorferi, Coxiella burneti, Ehrlichia, Anaplasma y Rickettsia, o protozoos como Babesia spp. Este refuerzo técnico es esencial para el diagnóstico precoz y la toma de decisiones sanitarias en caso de brote o alerta.

Castilla y León lleva trabajando desde 1995 en programas de prevención y control de las antropozoonesis transmitidas por garrapatas, que la situó como pionera en esta materia, y desde 2017, con la aparición de casos de Crimea-Congo en España, ha intensificado la recogida de muestras, el estudio de fauna silvestre y los protocolos de actuación. Comarcas como El Bierzo han sido objeto de estudios específicos sobre seroprevalencia en personas de riesgo por posible infección transmitida por garrapatas. En este contexto Se estudió a 384 personas, con resultados negativos en todos los casos. Esta labor se completa con campañas informativas y medidas de prevención dirigidas tanto a profesionales como a la ciudadanía.