Sociedad

Los celiacos reclaman ayudas para compensar los 600 euros que pagan más al año que la media por la cesta de la compra

La Asociación de Castilla y León señalan que ya hay ayuntamientos, diputaciones y comunidades como Castilla-La Mancha que las aplican y pide también el IVA superreducido para todos los tipos de pan y harina

Alimentos sin gluten que se pueden encontrar en tiendas especializadas
Alimentos sin gluten que se pueden encontrar en tiendas especializadasIcal

Los celiacos de Castilla y León reclaman tanto a la Junta como a los ayuntamientos y diputaciones ayudas para compensar la subida de los precios en la cesta básica de la compra debido a la inflación, que en el caso de las personas con celiaquía supone, por la peculiaridad de los alimentos sin gluten que deben consumir, un gasto anual 600 euros superior al que acomete una persona que no es celiaca.

Ese cálculo, realizado por la Asociación de Celiacos de Castilla y León (Acecale) aunque común a todo el Estado, es en el que cifran el montante de la ayuda por persona con celiaquía que reclaman a las administraciones autonómicas y locales, bajo la base de que ya existen otros ayuntamientos, diputaciones e incluso comunidades autónomas en el país que las están poniendo en marcha.

Entre ellas, y en declaraciones recogidas por Ical, la presidenta de Acecale, María Patricia García, señala a las diputaciones del País Vasco o a la Junta de Castilla-La Mancha, de reciente aplicación tras la manifestación nacional convocada en Madrid para reclamar estas ayudas. “Pero en nuestra Administración regional aún estamos pendientes de una reunión con la Consejería de Familia para exponerles el problema, buscar soluciones y reivindicar no solo ayudas económicas, sino otras para mejorar la calidad de vida y la salud del colectivo celiaco”, comenta García Egido.

Algunas de estas iniciativas incluyen la realización de un mapa epidemiológico con personas sensibles al gluten, la intolerancia al trigo y ciudadanos celiacos en sí, un registro de alimentos envasados o una vigilancia de los productos a granel que se ofrecen como sin gluten pero de los que “no sabemos los ingredientes”.

Pero la principal reclamación en la futura reunión con la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades, para la que aún no han recibido fecha, tiene que ver con esas ayudas económicas para que “las personas celiacas puedan comprar sus alimentos básicos”. Además, y como explica García Egido, desde Acecale no son partidarios de que las ayudas estén vinculadas al nivel de renta porque se trata de “una necesidad básica a cubrir y tiene que estar garantizada”.

“No se trata de sufragar los gastos, sino de cubrir el incremento superior de la cesta de la compra que tienen los celiacos”, apunta García Egido, para quien las ayudas servirían para “paliar ese impacto de la diferencia entre una dieta sin gluten y una normal en productos básicos”, que Acecale cifra en 600 euros de media anual, 50 mensuales.

Este montante se debe, principalmente, a la escasez de algunos cereales que se utilizan para elaborar los productos para personas celiacas, como el maíz, que en su mayor parte “procedían de Ucrania” y, con motivo de la guerra por la invasión de Rusia y el corte del suministro, “ha motivado un incremento mayor” en los precios de “todos los derivados de los cereales”.

No obstante, el aumento de la cesta básica de la compra de las personas con celiaquía también se ha debido a otros factores como la falta de aplicación del IVA superreducido a los panes y harinas especiales para consumo de personas que no pueden ingerir gluten. Es por ello que, desde Acecale, reclaman esta aplicación porque “muchos de nuestros productos, por las características para mejorar el aporte nutricional, llevan más de un cereal y no se les considera pan básico”, lo que implica un IVA del 21 por ciento frente al 4,5 por ciento que se solicita desde la Asociación de Celiacos de Castilla y León.

Y es que todos estos factores han llevado a que familias con personas celiacas “que no necesariamente están en riesgo de exclusión social” estén teniendo problemas para completar su cesta básica de la compra, al “tener que pagar más cuando la dieta sin gluten es nuestra medicina”, comenta a Ical la presidenta de Acecale, María Patricia García Egido.

“Lo que hacen muchas familias es consumir menos pan u otro tipo de productos especiales como bollería o pasta”, apunta, señalando también a la producción artesanal en casa, aunque “si antes era una opción, con la subida en los últimos meses del precio de la luz es complejo”. Para combatir todas estas problemáticas, y hasta que lleguen las ayudas solicitadas, desde Acecale dan a estos consumidores “pautas para hacer la dieta de la forma más saludable y económica”, algo que, no obstante, “no es tan fácil, porque hay elementos básicos que incorporar a la dieta y el consumo de cereal es un aporte imprescindible para el organismo”.

Pero si la petición de ayudas continúa en punto muerto a la espera de la reunión solicitada con la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades, desde Acecale sí destacan el trabajo conjunto que desarrollan desde hace años con la Consejería de Sanidad, donde dan “formación a todos los profesionales sanitarios cada dos años” de cara a que estos “conozcan los últimos avances en diagnóstico y tratamiento de la enfermedad”, así como con los inspectores para el control de los registros sanitarios de los productos, un trabajo que reivindican que se haga “a nivel nacional”.

Otra de las labores que Acecale y Sacyl desarrollan de manera conjunta es la “integración y normalización de la vida de las personas celiacas” para que puedan participar en eventos propios de la Administración de los que ahora están “excluidos”, como ferias o eventos gastronómicos. Y, en materia de Educación, García Egido destacó el programa de integración del niño celiaco en el aula, a través de iniciativas de “sensibilización” porque aunque “hoy se conoce más y se sabe más sobre la celiaquía, la realidad es que estamos fuera de muchas de las actuaciones que se desarrollan” en la sociedad.