Sanidad

El Hospital Río Hortega de Valladolid reúne a los expertos en fractura de cadera en torno al concepto “Fix and Treat”

Este problema de salud tiene graves consecuencias y presenta una elevada incidencia

Jornadas en el Hospital Río Hortega de Valladolid
Jornadas en el Hospital Río Hortega de Valladolid HRHVHRHV

Los días 20 y 21 de junio se ha celebrado la 11ª edición del ‘Curso de fractura de cadera en el paciente frágil’ en el Hospital Universitario Río Hortega de Valladolid. Este encuentro, dirigido a médicos especialista en Cirugía Ortopédica y Traumatología, se ha convertido ya en un referente nacional para el manejo de este problema de salud. Y está organizado por el Servicio de Traumatología del HURH, con los doctores Javier Nistal, Roberto Escudero y Elena Paredes a la cabeza.

El curso ha contado con más de un centenar de profesionales inscritos, procedentes de toda España. Y ha sido impartido por 16 ponentes de nueve hospitales diferentes; todos ellos especialistas y referentes, tanto a nivel nacional como europeo, en esta temática.

Las fracturas de cadera por fragilidad -es decir, las que surgen como consecuencia de la osteoporosis- son un problema muy frecuente en la sociedad actual. De hecho, se produce una cada tres segundos en el mundo y afectarán a una de cada tres mujeres y a uno de cada cinco hombres. Por lo que dar a su manejo un tratamiento integral, así como actualizar e intercambiar conocimientos entre los expertos que las tratan, es algo fundamental.

Hay que tener en cuenta que casi tres millones de personas sufren osteoporosis en España y que se prevé un aumento de la incidencia de estas fracturas de un 40% para el año 2050. La edad media de los pacientes que sufren estas fracturas es de 86 años y el riesgo de padecer otra aumenta casi un 300% después de la primera.

Todo esto deriva en importantes consecuencias sociales. Ya que las fracturas por fragilidad son un problema de salud que tiene una gran repercusión tanto para el paciente como para su entorno; debido a las graves pérdidas de funcionalidad que acarrean, así como a los elevados índices de mortalidad post intervención que derivan de ellas.