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Patrimonio

La joya del plateresco español que se convertirá en hotel de cinco estrellas este verano

Sus espectaculares yeserías y artesonados góticos, mudéjares y renacentistas asombran al mundo desde uno de los pueblos mágicos de España conocido también por sus vinos

Palacio de los Condes de Miranda (Avellaneda) de Peñaranda de Duero Ayto. Peñaranda de DueroLa Razón

Castilla y León puede presumir de contar con un patrimonio histórico, artístico y monumental sin igual en todo el mundo. Catedrales, castillos, iglesias, ermitas o palacios dan fe de esta riqueza dispersa a lo largo y ancgo de los más de 2.200 municipios con los que cuenta esta comunidad formada por los antiguos reinos de Castilla y de León.

Y en estas líneas de LA RAZÓN de hoy queremos acercar uno de esos lugares mágicos e increíbles existentes en el medio rural de la región más extensa de Europa, plagado de historias, y que está considerado como una de las joyas del plateresco español.

Este lugar se encuentra en un pequeño pueblo de la provincia de Burgos y en plena zona vinícola de la Ribera del Duero. Concretamente, en la margen derecha del río Arandilla, afluente del Duero, punto de contacto entre la fértil vega del gran río que nos une con Portugal y en las primeras estribaciones de la fabulosa Sierra de la Demanda burgalesa.

Nos estamos refiriendo a Peñaranda de Duero, municipio milenario de apenas 460 habitantes censados, considerado como una de las cunas del excepcional vino que se elabora en esta zona vitivinícola que engloba a las provincias de Valladolid, Burgos, Soria y Segovia junto al río Duero. Etimológicamente, su nombre significa ciudad de la peña y el río, lo cual alude a su emplazamiento de carácter estratégico en lo alto de un cerro.

Una localidad que parece por primera vez mencionada en torno al año 1000 por su condición de plaza fuerte defensiva. En un principio formó parte del alfoz de Clunia. Más tarde fue considerada aldea de San Esteban de Gormaz; después perteneció a la provincia de Segovia, hasta que, en el siglo XIX, se integró en la de Burgos.

Plaza Mayor de Peñaranda de Duero (Burgos)Ayto. Peñaranda de DueroLa Razón

Peñaranda de Duero es uno de los pueblos mágicos de España y un lugar que hay que visitar alguna vez en la vida. Sobre todo, para pasear por su espectacular casco histórico, medieval de planta alargada, donde conviven edificios religiosos y señoriales con el resto del caserío.

Las viviendas populares destacan por su belleza y singularidad. Están construidas en adobe y entramado de madera y son de dos plantas más una pequeña buhardilla. La planta baja se destinaba a lagar y otros menesteres, mientras que la superior albergaba la cocina y los dormitorios. El sótano daba acceso a las bodegas subterráneas y son comunes también los balcones de madera en la fachada.

El casco histórico está protegido en lo alto y dominando el espacio circundante, por el castillo medieval de Peñaranda, cuyos restos actuales son del siglo XV. También existió una muralla que rodeaba al municipio de la que solo queda una zona que bordea la carretera y dos de las tres puertas de acceso a la villa, el “Arco de las Monjas”, y la que da entrada a la espectacular Plaza Mayor, del siglo XVI, con casas con soportales y en la que sobresalen los edificios más emblemáticos de la Villa: la Colegiata de Santa Ana, el rollo jurisdiccional y, sobre todo, el palacio de los Condes de Miranda, también llamado Palacio de Avellaneda, protagonistas de estas líneas.

Construido a principios del siglo XVI y mandado edificar por el tercer Conde de Miranda, Francisco de Zúñiga y Avellaneda a Francisco de Colonia, destaca en primer lugar por su espectacular portada plateresca, además del magnífico patio de doble arquería, sus elegantes salones y la escalera de honor. Pero, sobre todo, merecen una especial atención sus espectaculares artesonados góticos, mudéjares y renacentistas o sus yeserías atribuidas al círculo de Nicolás de Vergara. Es, sin ningún género de dudas, una de las joyas del plateresco español.

El Palacio renacentista de los Condes de Miranda de Peñaranda de Duero es un inmueble transferido a la comunidad de Castilla y León por Real Decreto 3298/1983 y declarado Bien de Interés Cultural con la categoría de Monumento desde 1923.

Este Palacio se convertirá este verano en el nuevo hotel de 5 estrellas de Castilla Termal, una compañía que ya cuenta con cinco hoteles de lujo: el monasterio de Valbuena en Valladolid, la antigua Universidad de Santa Catalina en Burgo de Osma (Soria), el antiguo Convento de Sancti Spiritus, en Olmedo (Rueda); el palacio modernista de Solares (Cantabria) y la antigua Real Fábrica de Paños de Brihuega (Guadalajara).

Será un hotel de 80 habitaciones, en el que predominarán las habitaciones singulares en suite y superiores, area termal, espacio para eventos y diferentes zonas de restauración con diferentes propuestas gastronómicas; y algunas de sus salas históricas serán convertidas en suites, como el Salón de Embajadores.

Más de Peñaranda

Peñaranda de Duero es un pueblo excepcional. Fue declarado «El Pueblo más bonito de Castilla y León» en la categoría de menos de 1.000 habitantes por Radio Televisión de Castilla y León.

Aparte del Palacio de Avellaneda o el castillo y la plaza mayor, hay otros muchos lugares de interés en Peñaranda, como el convento de las Madres Franciscanas Concepcionistas, fundado por los Condes de Miranda en 1558; el Convento del Carmen, construido en el siglo XVI por don Juan de Zúñiga y Avellaneda, típico edificio carmelitano en cuyo interior sobresalen unos interesantes retablos y pinturas del siglo XVII.

Panorámica de Peñaranda de DueroAyto. Peñaranda de DueroLa razón

En Peñaranda se encuentra además la farmacia más antigua de España todavía en funcionamiento, fundada por Lucas Ximeno en el siglo XVIII. En su interior, a pesar del paso de los años, la familia ha logrado conservar la botica, rebotica, laboratorio y plantas medicinales. Hay estanterías repletas de reliquias, como recipientes de vidrio y de cerámica de Talavera de la Reina, morteros, alambiques numerosos libros. La saga de los Ximeno ha sido capaz de mantener el mismo oficio de padres a hijos, durante ocho generaciones, y, con el cariño propio de aquello que ha crecido junto con la familia, no sólo mantienen la farmacia abierta al público, sino que conservan todo el sabor y los instrumentos de antaño. El aroma de hace tres siglos permanece cuando el vecino del pueblo o el visitante traspasa la puerta de entrada.

También es digno de ver el Museo-Herrería de Jose Cerezo, del siglo XIX y en cuya fragua se forjaba el hierro siguiendo la tradición castellana, además de la Ermita de la Virgen de los Remedios y la Bodega Subterránea «La Cárcel», bajo el Ayuntamiento.