Barcelona

Barcelona: playa vacías y aire limpio

La playa de Barcelona que se encuentra desierta a primera hora de la mañana siguiendo con las recomendaciones de quedarse en casa. La reducción de cerca del 60% del tráfico rodado en Barcelona ha provocado el desplome de los niveles de contaminación, que apenas han alcanzado en esta primera semana de confinamiento el 40% del límite fijado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Unión Europea (UE), según ha informado Greenpeace este jueves en un comunicado. Desde la activación del Estado de Alerta el 14 de marzo, los niveles de NO2 en la capital catalana se han ajustado “con creces” a los valores límite de 40 microgramos por metro cúbico, que en 2019 se incumplieron en estaciones como las de el Eixample o Gràcia-Sant Gervasi, donde acostumbra a haber mucho tráfico.

“La bajada sin precedentes del tráfico por carretera ha permitido reducir la contaminación en cuestión de horas, a pesar de que otras fuentes como las calefacciones de los hogares y el transporte público han seguido funcionando”, ha señalado Adrián Fernández, responsable de la campaña de Movilidad de Greenpeace. Estos datos demuestran, según la organización, que la reducción del tráfico rodado mejora rápidamente la calidad atmosférica y que, por lo tanto, los gobiernos no deberían vacilar “a la hora de tomar medidas contundentes siempre que se ponga en riesgo la salud de las personas”. Greenpeace considera que “la prioridad indiscutible en este momento ha de ser la lucha contra la pandemia”, pero anima a las administraciones a que, tras el estado de alerta, tomen las medidas necesarias para que se cumplan los niveles de contaminación fijados por la OMS, tal como está ocurriendo estos días.