Sólo hace falta echar un vistazo a las redes sociales, (Twitter es especialmente útil en estos casos) para darse cuenta de que la desescalada tras el confinamiento por el coronavirus ha provocado que veamos con cada vez más frecuencia escenas de hurtos, robos y asaltos de todo tipo en las calles de Barcelona.

Todo empezó más o menos cuando se difundió una de estas grabaciones, que cada vez son más virales. Ocurrió en el Raval. Un grupo de jóvenes asaltaron de forma violenta a un turista para robarle el reloj. No lo consiguieron, pero el hombre tuvo que recuperarse en el hospital. Este tipo de videos se han multiplicado en las últimas semanas, y no sólo en el distrito de Ciutat Vella, sino en muchos otras zonas. Y encima en unos días en que volvían a haber turistas.

En las redes sociales los vecinos se quejan de la impunidad con la que actúan estos delincuentes, a pesar de los loables e importantes esfuerzos de Mossos d’Esquadra y Guardia Urbana. Son en su mayoría muy jóvenes, muchos menas y de origen magrebí, como los protagonistas de una nueva historia.

En este nuevo caso, ya denunciado, el grupo de ladrones “ayudó” al hombre a encontrar un taxi y a subir, en la zona de la Vila Olímpica. Cuando lo han cargado a un coche, dos de los ladrones asaltan al hombre y se enganchan a la muñeca del hombre para hacerse con el reloj del turista.

Actuaron de forma coordinada y violenta, en grupo, con el claro objetivo de conseguir el robo del reloj del turista, para colocarlo rápidamente en el mercado.