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Cataluña también estudia la prohibición de fumar en la calle: “Siempre es buen momento para dejarlo”

La Generalitat presenta un nuevo protocolo para hacer viable las visitas en las residencias

The spread of the coronavirus disease (COVID-19) in Barcelona
Las terrazas de las Ramblas, como las del resto de Barcelona, podrían ver su situación complicarse en caso de aprobar la prohibición de fumar en la calleNACHO DOCEReuters

A medida que Cataluña estabiliza la pandemia, el equipo de Salud Pública de la Generalitat, con Josep Maria Argimon a la cabeza, introduce modificaciones del protocolo existente para cercar al coronavirus. Hace tres semanas, el número de positivos en residencias empezaron a subir, pero la curva se mantiene estable. Por ello, Salud ha presentado un paquete de medidas para hacer compatible el control de la pandemia con las visitas a los centro. Argimon, además, se pronunció sobre la controvertida medida de Galicia de prohibir fumar en la calle. A título personal aseguró que la ve con buenos ojos y que, de hecho, la están estudiando. “Por la que nos ocupa ahora (en relación con los contagios de COVID-19) pero también, como secretario de Salud Pública, porque siempre es buen momento para dejar de fumar”, apuntó.

A su juicio, una normativa en este sentido podría favorecer la contención de la epidemia de coronavirus para evitar que la gente se quite la mascarilla por la calle para fumar. El también director del Instituto Catalán de la Salud (ICS ) señaló que “no tiene mucho sentido la obligatoriedad de la mascarilla cuando se permite que la gente se la quite para fumar”, argumentó.

Respecto a las residencias, Argimon señaló que “tenemos que poner el foco, este es un entorno donde no podemos fallar”. No obstante, se permitirá que los familiares puedan visitar a las personas residentes en prácticamente todos los centros de Cataluña, independientemente de si en estos momentos hay una resolución que lo impida o no. “El confinamiento crea ansiedad, depresión y puede acelerar un deterioro cognitivo, por eso queremos facilitar al máximo las visitas”, se ha comprometido Argimon.

Por eso, sólo podrá acceder una persona al día, sin ningún síntoma y por un tiempo de entre 30 y 45 minutos. Además, se tendrá que garantizar la distancia, espacios con buena ventilación, equipos de protección para los familiares y un registro de todas las visitas para facilitar la trazabilidad. “Eso no suple un abrazo, lo sabemos, pero pensamos que es un paso adelante”, ha explicado el secretario, apelando a sustituir las restricciones “por la responsabilidad de todos”.