Nuevo revés a Colau: reprimenda del Comité Ético del Ayuntamiento por un nombramiento a dedo

Ada Colau encadena un revolcón tras otro. Si hace una semana trascendió que había sido citada a declarar como investigada por presuntos delitos de malversación y prevaricación, ahora vuelve a estar en el punto de mira debido al reproche que ha recibido del Comité Ético del Ayuntamiento de Barcelona por el nombramiento como asesora de Alicia Ramos, pareja de la concejal Lucia Martín. Este nombramiento se produjo en septiembre de 2020.

El órgano municipal tras estudiar el caso ha concluido que, aunque el nombramiento no se pueda considerar que haya generado un “conflicto de interés” porque fue firmado por Colau (quien no tiene vínculo familiar ni relación con Alicia Ramos), sí que genera una “imagen reputacional negativa de la institución pública” porque la persona que ha accedido como asesora (Alicia Ramos) se incorpora al área en que trabaja su pareja (Lucía Martín) y todas pertenecen al mismo partido (BComú). “El Comité de Ética entiende que (...) se ha producido un daño al prestigio y a la imagen pública de la institución”, afirma el órgano del Ayuntamiento de Barcelona, quien pide que, en un futuro, se evite reproducir situaciones parecidas.

Además de la relación personal que hay entre Ramos y Martín, el órgano también señala otro motivo más para reprochar este nombramiento de Colau: en el expediente administrativo, “no consta ninguna razón ni documento” por los cuales la asesora fuera nombrada. Es decir, tampoco hay nada que acredite profesionalmente la decisión de fichar a Ramos.

El Comité Ético salva a Colau de una reprobación por un posible conflicto de interés porque no tiene vínculo familiar ni relación personal con Ramos y porque al ser un cargo asesor y eventual no se ha tenido que proceder a la designación vía concurso público.

Todo parte de una denuncia de la líder de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Barcelona, Mari Luz Guilarte, quien se dirigió al órgano municipal para denunciarlo y reprochar también que el “nombramiento de personas con relaciones familiares o de afectividad como personal eventual de confianza” se había convertido en un “modus operandi institucionalizado” en el Ayuntamiento con Colau al frente.