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Cataluña

Solo el 22% de los catalanes utiliza siempre el catalán en las conversaciones

El 21% lo hace a menudo, el 18% algunas veces, el 17% pocas veces y el 21% nunca

Sant Jordi en las Ramblas Europa Press

Una amplia mayoría de los catalanes opta por el castellano cuando inicia conversaciones con personas que no conoce y que parecen ser de otro país. Así lo refleja la última encuesta ómnibus del Centre d’Estudis d’Opinió (CEO) de la Generalitat, publicada este miércoles. Según los datos, el 71% de los encuestados afirma comenzar en castellano en estas situaciones, mientras que solo un 20% lo hace en catalán. Un 8% prefiere iniciar el diálogo en inglés u otros idiomas.

La encuesta, realizada entre el 13 de febrero y el 14 de abril a una muestra de 1.797 personas mayores de 18 años, tiene un margen de error de +/-2,21% y recoge también otras percepciones sociales en Catalunya. Entre ellas, destaca la frecuencia con la que se utiliza el catalán en el día a día: un 22% dice hablarlo siempre, un 21% a menudo, un 18% algunas veces, un 17% pocas veces y un 21% nunca.

A pesar de este predominio del castellano en las interacciones iniciales, el catalán mantiene una fuerte presencia en la conciencia social. De hecho, el 60% de los encuestados está “muy de acuerdo” con reforzar la enseñanza del catalán a inmigrantes recién llegados. Además, un 69% apoya firmemente que la Generalitat desarrolle políticas para asegurar que todos los alumnos dominen tanto el catalán como el castellano al finalizar la escolarización obligatoria.

En cuanto al derecho a ser atendido en cualquiera de las dos lenguas oficiales, el consenso también es amplio: el 68% está muy de acuerdo en que se garantice este derecho lingüístico, y solo un 9% se muestra poco o nada de acuerdo.

¿Hablar catalán en un juicio? La percepción sigue dividida

En el ámbito judicial, las opiniones son más matizadas. Un 45% considera que usar el catalán en un juicio no le aportaría ventajas ni inconvenientes, mientras que un 23% cree que podría perjudicarle. Solo un 10% opina que podría beneficiarle, lo que evidencia una percepción de desventaja estructural o inseguridad jurídica al emplear la lengua propia.

Teléfonos móviles: ¿prohibirlos a los menores?

Uno de los temas más divisivos en la encuesta ha sido el uso de smartphones entre los menores. El 42% de los catalanes cree que deberían prohibirse hasta los 12 años, coincidiendo con el final de la Educación Primaria. Otro 34% es aún más restrictivo y aboga por extender la prohibición hasta los 16 años, al acabar la Secundaria. Un 6% iría más allá, planteando la prohibición hasta la mayoría de edad. Por otro lado, un 10% se opone frontalmente a cualquier tipo de prohibición.

Turismo: entre el orgullo y la saturación

La percepción sobre el turismo en Catalunya también genera opiniones encontradas. Si bien la mayoría lo considera positivo (el 49% está de acuerdo y el 20% muy de acuerdo con seguir fomentándolo), una parte significativa de la población empieza a ver signos de saturación.

Así, el 35% cree que su comarca está llegando al límite de capacidad para absorber más turismo, mientras que el 14% lo ve incluso más claro. Al mismo tiempo, un 35% estaría a favor de atraer a más visitantes, y un 14% muy a favor. Sin embargo, el 30% está en desacuerdo y un 10% muy en desacuerdo.

Más de la mitad de los encuestados (55%) considera que el turismo limita las actividades y el uso del espacio público de los residentes, una percepción que crece en zonas altamente turísticas.

En cuanto a la riqueza que genera, un 31% identifica al turismo como el principal motor económico de su comarca, por detrás de la industria (38%), pero por delante del comercio (20%) y de la agricultura, ganadería y pesca (10%).

Seguridad ciudadana y nuevas amenazas

La seguridad ciudadana en Catalunya recibe una nota media de 4,9 sobre 10. El 20% la considera “muy mala”, el 18% “mala” y otro 18% “ni buena ni mala”. Solo un 14% la ve “muy buena” y un 28% “buena”. Sin embargo, la percepción mejora cuando se pregunta por la seguridad en el entorno más próximo: el barrio o el pueblo donde vive el encuestado obtiene una media de 5,3.

En cuanto a las amenazas percibidas, las estafas en Internet y el acoso en redes sociales encabezan la lista, ambas con una puntuación media de 8,4 sobre 10 en cuanto a gravedad. Les siguen la inseguridad ciudadana (8,3), el maltrato a mayores (8,1), el tráfico de drogas (7,9) y la violencia machista (7,8). También destacan como preocupaciones el racismo, las conductas incívicas y los fenómenos meteorológicos extremos.