Despilfarro

Colau acumula una factura de 1 millón de euros en sus polémicos pesebres

Valents denuncia que la proyección de este año ni siquiera se puede visitar de día

Varias personas disfrutan este viernes del inicio de las proyecciones del pesebre digital en formato de video 'mapping' en la fachada del Ayuntamiento de Barcelona
Varias personas disfrutan este viernes del inicio de las proyecciones del pesebre digital en formato de video 'mapping' en la fachada del Ayuntamiento de BarcelonaEnric FontcubertaAgencia EFE

A apenas unos meses de las elecciones municipales, el pesebre de Barcelona vuelve a ser fuente de polémicas. En este caso por ser un pesebre sin pesebre. Es decir, una proyección digital. En este contexto, Valents denuncia que los pesebres del gobierno municipal de Ada Colau acumulan un gasto de casi 1 millón de euros desde su llegada al cargo.

La presidenta de Valents y candidata a la alcaldía del Ayuntamiento de Barcelona, Eva Parera, ha asegurado que espera que Valents sea decisivo en las próximas elecciones de mayo, para que las Navidades de 2023, “podamos devolver el pesebre tradicional a la plaza Sant Jaume, para que las familias con niños lo puedan visitar y conocer bien nuestras tradiciones”.

Parera considera “una vergüenza y tomadura de pelo que Colau se haya gastado casi 1 millón de euros para hacer performance ridículas llamadas pesebres, que nada tienen que ver con la tradición navideña”. “Este año el gobierno Colau ha querido evitar cualquier montaje, dejando la Plaza Sant Jaume vacía de contenido, con un pesebre virtual o ‘video mapping’ que cuesta 100.000 euros y que no se puede visitar de día. Está muy bien hacer un mapping en la fachada del consistorio, pero es un despropósito llamar pesebre a un vídeo proyectado”.

La dirigente de Valents ha explicado que “hasta los medios de comunicación han hecho rankings para escoger el peor pesebre de los últimos ocho años, poniendo en evidencia que con Colau la polémica siempre ha estado servida cada Navidad”. En este sentido, recuerda que, en 2018, el pesebre fue tan ridículo que transformo las figuras del belén en sillas, en las que el niño Jesús era una butaca con babero gigante. Mientras que en 2021 se gastó 189.904 euros en un pesebre reciclado de 2017, que no tenía ningún sentido distribuirlo por toda la ciudad.