Sant Jordi

Camilla Läckberg y Henrik Fexeus: «Los lectores españoles son los más intensos y los suecos los más modositos»

Los dos escritores, nombres imprescindibles del género negro nórdico, visitan por primera vez Sant Jordi con su novela «La secta»

Camilla Läckberg y Henrik Fexeus, ayer, en Barcelona
Camilla Läckberg y Henrik Fexeus, ayer, en BarcelonaShooting

Cuando usted, amable lector o lectora, lea estas líneas, la fiesta de Sant Jordi habrá empezado a andar en todo su esplendor. En las calles de Barcelona encontrará todo tipo de autores, desde los consagrados a los que son noveles, desde los mediáticos a los que intentan hacerse un hueco en el disputadísimo mundo editorial. También hay algunos que se recorren miles de kilómetros por compartir un rato con los seguidores de su obra. Uno de los grandes fenómenos del género negro sueco estará hoy en la capital catalana. Se trata de Camilla Läckberg, una de las indiscutibles grandes damas del «thriller» novelístico. Junto con el mentalista Henrik Fexeus ha escrito «La secta», publicada por Planeta, y que promete ser uno de los platos fuertes de Sant Jordi. Con los dos autores habló este diario antes de que las calles se llenaran de libros y rosas.

Es la primera vez que acuden a la fiesta de Sant Jordi ¿Qué es lo que esperan del día?

C.L.: Es la primera vez, no sé que esperar. Todo el mundo está muy expectante y contento. Por mucho que me imagine será más locura de lo que pensemos. Sí nos han dicho que nos pongamos calzado cómodo porque tendremos que movernos mucho.

¿Cómo son los lectores españoles?

C.L.: Puedo decirle que los lectores españoles son los más intensos. Eso es lo que hemos constatado. Por eso las expectativas para Sant Jordi son muy altas. Nos parece alucinante poder ver a nuestros fans. Por las firmas que hemos hecho, me espero muchos abrazos y no tengo ningún problema porque no tengo fobia. A veces pasan cosas curiosas, como encontrarte a un lector que se tatuó mi nombre en el cuello. El reto es que un fan se tatúe el nombre de Henrik.

H.F.: Un fan tenía mi cara tatuada detrás, por la espalda. No concretaré la zona. (Risas) Hay que tener en cuenta que somos escritores y que pasamos muchas horas solos. Conocer a los lectores te recuerda que siempre hay alguien al otro lado. Los lectores lo aprecian y lo valoran. Ellos son el motor para poder pensar en el siguiente libro.

C.L.: Sí, somos lobos solitarios, un poco raritos.

En esos encuentros con los lectores, ¿aparecen materiales que puedan emplearse en sus novelas?

H.F.: Sí, usamos a veces cosas que nos cuentan los lectores. Usamos historias que o nos cuentan o nos han llegado, materiales que nos encajan para nuestros libros. Claro, pasa el tiempo, y en ocasiones olvidamos que nos explicaron tal cosa. Así que luego vienen las llamadas telefónicas reclamando que esa información nos la dio un lector.

C.L.: C. Debe saber que los encuentros con los fans son muy breves. Necesitaríamos más tiempo para poder incorporar algo en el transcurso de una firma, a no ser que venga un fan con alguna particularidad muy bestia.

¿Qué les parece una fiesta en la que se regala un libro y una rosa, como es tradición en Sant Jordi?

C.L.: Me gustan tanto las rosas como los libros. A mí me encanta la idea. ¿Qué más se puede pedir en una fiesta?

H. F.: Un libro es un árbol, así que también es naturaleza. La simbología que tiene un libro es la de representar la pasión por aprender.

¿Qué libros recomendarían para un día como Sant Jordi?

C.L.: C. Uno de mis libros favoritos es de Donna Tartt. Me refiero a «El secreto». Lo amo.

H.F.: Yo debo citar a Mark Z. Danielewski y su libro «La casa de citas». Es un libro que a mí me ha influido y ha tenido mucho éxito.

Antes les he preguntado por los lectores de aquí, pero ustedes vienen del norte. ¿Cómo son los lectores suecos?

C.L.: Los lectores suecos son muy educados, muy correctos. Son muy modositos. Si nos ven en una cafetería, quienes nos vienen son viejecitas minúsculas. Ellas nos dicen que les gusta el libro y se van.

H.F.: La sociedad sueca se suele quejar mucho. Nos dicen que nos adoran, pero luego que hay una escena que no les gusta. Son muy puñeteros. Luego está aquel que interrumpe y nos dice que no es fan, pero te piden un autógrafo y un «selfie».

Espero que tengan un buen Sant Jordi y que puedan firmar mucho.

C.L.: Cuando publicamos «La secta» en Suecia nos organizaron una firma y le diré que fueron un total de 6.000 libros