Violencia machista

El osteópata acusado de 23 abusos sexuales y tocamientos a mujeres pacientes: "Mi finalidad solo era terapéutica"

La Fiscalía pide 111 años de cárcel y una indemnización de 255.000 euros

Juicio en la Audiencia de Barcelona
Juicio en la Audiencia de BarcelonaEuropa Press

Un osteópata acusado de presuntamente abusar sexualmente de 23 pacientes en sus clínicas de Barcelona y Sant Cugat del Vallès ha defendido este martes en su juicio en la Audiencia de Barcelona que trabajaba “correctamente”.

“Siempre me basé en la ‘lex artis’ y siempre he actuado para beneficiar a las pacientes, solamente terapéuticamente”, ha dicho este martes en una declaración de unos dos minutos en la que solo ha contestado a las preguntas de su abogado.

El hombre ha reiterado: “Yo siempre he actuado correctamente, pero puede ser que en algún momento no haya sabido hacerlo mejor. Siempre he actuado para la finalidad del paciente, nunca por alguna finalidad que no fuera puramente la terapéutica”, a diferencia de lo que consideran las acusaciones particulares y la Fiscalía, que pide condenarlo a 111 años de cárcel.

El juicio ha empezado este martes en la sección 8 de la Audiencia de Barcelona y durará unas 10 sesiones más, que se harán a puerta cerrada a petición de las acusaciones para preservar la intimidad de las denunciantes.

Las 23 mujeres han denunciado abusos en la consulta, entre 2013 y 2016, donde el osteópata especialista en partos, postparto y lactancia presuntamente aprovechó el tratamiento terapéutico para tocarles los pechos, los genitales y el ano.

Además de la pena de prisión, la Fiscalía también reclama al tribunal que condene al hombre a pagar a las mujeres indemnizaciones de entre 10.000 y 25.000 euros, que en total suman 255.000 euros.

La abogada Laia Serra, que como acusación particular representa a varias de las denunciantes, ha explicado en declaraciones a los periodistas tras el juicio que el hombre era considerado “una eminencia, una persona respetada, avalada y vinculada al entorno de la lactancia y el parto natural”, por lo que las mujeres acudían a su consulta confiando en él como profesional, lo que dificultó que detectaran los abusos.

Serra considera que “no hubo esta intención terapéutica, que la intención terapéutica era un pretexto, una ‘performance’, para llevar a cabo toda una serie de abusos”.

En el mismo sentido se ha expresado la abogada Julia Humet, que también representa a denunciantes del caso, y ha remarcado que el hombre “gozaba de reconocimiento absoluto en todo el ámbito de la maternidad, el parto y el postparto”.