Cómic

El renacer de "El Eternauta", el gran clásico del cómic argentino

Una nueva y cuidada edición de la obra se suma a la exitosa adaptación televisiva

Una viñeta de "El Eternauta"
Una viñeta de "El Eternauta"Planeta Comic

Cuando hablamos de los clásicos de la literatura argentina, se nos vienen inmediatamente a la cabeza nombres como los de Jorge Luis Borges, Adolfo Bioy Casares, Julio Cortázar, pero también uno de los títulos de referencia del llamado noveno arte, es decir, del cómic. Estamos hablando de «El Eternauta», la gran obra del guionista Héctor Germán Oesterheld y del dibujante Francisco Solano López y que ahora conoce una nueva vida gracias a la muy esperada adaptación televisiva que recientemente llegó a Netflix.

Estos días se encuentra en nuestro país Martín Oesterheld, nieto de Héctor Germán Oesterheld. A sus espaldas está la defensa del legado de una historia que se publicó por primera vez en 1957 como una serie dentro de las páginas de la revista «Hora Cero Semanal». Ahora ese relato tiene nueva vida de la mano de una cuidadísima edición de la mano de Planeta Cómic y en la que se han restaurado los materiales que forman parte de esta historia costumbrista y de ciencia-ficción, es decir, las 106 entregas que se editaron entre 1957 y 1959.«Es un cómic que es un tótem cultural argentino. Me crié con esto. Me genera mucho y, sí, tengo una idea de responsabilidad, pero no es un peso tener que trabajar con “El Eternauta”. Es un orgullo en el que está esa cuestión emocional de proyectar la obra de mi abuelo y darla a conocer, como se hizo a lo largo de todos estos años. Es una historia arraigada en los 50 y los 60, pero después la levantaron la generación de los autores de los 80, como Ricardo Piglia o Rodrigo Fresán», explicó Martín Oesterheld en diálogo con este diario. Pasan los años, muchos años y seguimos fascinados con la historia de Juan Salvo, con su lucha y su resistencia en un Buenos Aires apocalíptico a finales de la década de los 50. «Es un cómic que te atrapa cuando eres más chico con la aventura. Luego ves por fuera que hablan de otras cosas y cuando lo lees más grande hay una dimensión más metafísica donde dobla el tiempo para encontrarse en un mundo propio. “El Eternauta” tiene diferentes dimensiones que es lo que ocurre con los clásicos populares porque siempre tienen cosas que decirnos, que tienen nuevos sentidos. Están también todas las representaciones simbólicas, como la resistencia que toca con la historia argentina y la de mi abuelo», comenta Oesterheld.

Sí, la historia de su abuelo es un buen ejemplo de las heridas que todavía no han cicatrizado en la sociedad argentina. Héctor Germán Oesterheld y sus cuatro hijas de entre 18 y 25 años, Diana, Beatriz, Estela y Marina, dos de ellas embarazadas, se convirtieron en desaparecidas por parte de la dictadura militar que marcó para siempre a los habitantes de Argentina.

Cuando se le pregunta a Martín Oesterheld por las lecturas que se pueden hacer de «El Eternauta» en clave actual, en un momento tan delicado como está viviendo tanto Argentina como el mundo, reflexiona y apunta que tiene mucho que ver «esa historia de resistencia policlasista. Cuando arranca la historia es en la casa de un industrial de clase media. De la periferia pasamos al centro de la ciudad donde el protagonista se encuentra con otras representaciones sociales que resisten al invasor. Así que esta historia es la de una sociedad trasversal que necesita respuestas. Hoy por hoy, en Argentina, tienes a los jubilados todos los miércoles reclamando sus derechos y recibiendo palos. Son los de la generación del 70. Pasa igual en otros colectivos, como el de los estudiantes. Para todos ellos “El Eternauta” es un símbolo de lucha».

La serie vive ahora un momento dorado gracias a las nuevas ediciones y su llegada a mercados hasta ahora desconocidos para este cómic, como ocurrió en Estados Unidos. Fue allí donde la publicación de «El Eternauta» pasó a ser todo un acontecimiento, de la mano de por Fantagraphics Books en 2015. Esa edición fue reconocida con un premio Eisner, concretamente en la categoría de «Mejor colección o proyecto de archivo de tiras de Prensa». De allí empezó el interés por adaptar, ya fuera al cine o a la televisión, esta historia. Hollywood llamó a las puertas, pero con la premisa de que la historia pasara de Buenos Aires a Los Ángeles o Nueva York con un protagonista estadounidense.

«Hablamos con muchos responsables de estudios, directores y actores. Me planteé como condición que la fuera una producción hablada en español y que ocurriera en la ciudad de Buenos Aires. Algunos se echaron atrás cuando les comentamos esto», recuerda Oesterheld. Sin embargo, Netflix y K&S Films apostaron por adaptar «El Eternauta» que se ha convertido en una de las series de éxito de la temporada, algo en lo que también tienen mucho que ver el trabajo del realizador Bruno Stagnaro y el poder contar con Ricardo Darín como protagonista. «Pensábamos en otros actores en un primer momento porque Darín era lo obvio, pero la realidad es que cuando se puso el traje de Juan Salvo todo el material empezó a girar a su alrededor. No podía ser otro actor», concluye.