Coronavirus
«Por ahora solo podemos cercar al Covid-19»
Así lo afirma a LA RAZÓN Michal Linia, directora del programa de Biología Computacional de la Universidad Hebrea de Israel
No hace mucho, tres expertas de la Universidad Hebrea de Israel, Esther Brielle, Dina Schneidman y Michal Linial, publicaron un artículo científico, disponible en bioRxiv, en el que comparaban COVID-19, SARS y MERS. De acuerdo con sus conclusiones, el COVID-19 no desaparecerá en el corto plazo.
También señalan que no hay ninguna certeza de que los fármacos efectivos en el tratamiento de uno de los virus de la familia de los coronavirus puedan funcionar con otros del mismo grupo. Pero la buena noticias es que, gracias al trabajo global de científicos, se está aprendiendo mucho del COVID-19 y que cada vez estamos más cerca de ponerle cerco. Mientras tanto, son muchos los interogantes que en cada estudio científico se plantea.
«Puede que el aspecto más importante de este virus es que es completamente nuevo para la humanidad -nos explica Michal Linial desde Jerusalén -, y este es un aspecto importante, llevamos siglos conviviendo con la gripe. A veces es más agresiva, otras menos, pero en mayor o menor medida, todos tenemos cierta inmunidad residual. Y un gran conocimiento.
Pero en este caso tenemos muchas preguntas: ¿Por qué hay pacientes asintomáticos?, ¿Por qué afecta más a hombres que a mujeres?, ¿Por qué los niños, que son muy sensibles al resfriado y la gripe de temporada, etc, no muestran tantos síntomas? Tampoco es habitual su ciclo: al principio parece una gripe normal, pero a la semana hay un colapso en muchos pacientes. ¿Por qué el sistema inmunológico no se comporta como siempre? Es un ciclo completamente diferente. Como bióloga esto nos resulta muy sorprendente».
Debido a la urgencia de la situación, casi por primera vez en la historia (si no la primera), los científicos deben implementar soluciones a medida que aprenden y descubren. Y esto puede llevar a errores y a retroceder, algo que nadie desea. Por eso es tan difícil la labor científica ahora mismo: las prisas y el avance están vinculadas en lo lingüístico, pero son antónimos en cuanto al conocimiento.
«Es cierto -concuerda Linial en conversación telefónica -, estamos actuando mientras aprendemos. Por ejemplo, cuando la epidemia comenzó en China, se creyó que afectaba más a los hombres porque allí la mayoría son fumadores. Pero se demostró que este no era el caso en absoluto. Una hipótesis es que la proteína que ataca el virus en nuestros pulmones es la ACE2, que se encuentra en el cromosoma X, del cual las mujeres solo tienen uno. Puede ser que esto tenga algo que ver. También se está evaluando el tema de las hormonas sexuales y su influencia. Quizás esto también respondería a por qué afecta menos a los menores. Aunque en este sentido también hay una teoría. El sistema inmune de los adultos es un poco diferente al de los más jóvenes. Parece que el de los niños trabaja mejor que el nuestro en este caso».
Hay quienes se han aprovechado de estas características del virus que causa el COVID-19 para vincularlo a una «selección del más apto», sugiriendo que no se debería gastar recursos en las personas mayores.
«Lo he leído - confirma Linial-, y creo que en esto tenemos que ser completamente claros: hay que hacer todo lo que esté a nuestro alcance para salvar a todos. Y cuando digo todo lo que sea necesario, quiero decir, todo. Si alguien tiene que cuidar a su familia, no tiene que pensar en el dinero y en cómo ganarse la vida. Y no estoy hablando solo del personal sanitario. A veces tendemos a olvidar que las personas que están en el supermercado, que se enfrentan a cientos de ciudadanos todos los días, son tan vulnerables como los médicos. Tal vez no sea lo mismo, pero tenemos que protegerlos a ellos también. Debemos pensar en las personas más vulnerables en todos los sentidos, tanto en lo que se refiere aa la salud, como en lo económico. Es un virus y tiene que ser una humanidad. Y en este sentido, el peor enemigo que tenemos es la ignorancia».
Lo que aún no sabemos es cómo todo esto nos afectará como un todo. ¿Nos unirá? ¿O no aprenderemos la lección y en breve olvidaremos la solidaridad y volveremos a nuestra rutina? Es decir, más allá de lo científico, ¿qué podemos aprender del virus?
«Sin duda es una de las preguntas clave a largo plazo. Y ya la deberíamos estar respondiendo - subraya Linial, en este momento debemos aprender de los recursos de la sociedad, los más valiosos, para luego potenciarlos. Es una oportunidad para todos ya que muchas cosas que pensábamos importantes están demostrando que no lo son. Es una gran prueba para la humanidad y no podemos ignorar que dependemos unos de otros. Somos muy similares a los virus en algunos aspectos. De hecho, no podemos pensar en nosotros mismos sin pensar en los patógenos que viven con nosotros y contra nosotros. Estamos ante una lección de humildad: nunca manejamos nuestra vida y menos la del planeta. Tenemos que construir un equilibrio con el resto de la biología del mundo. Otro aspecto interesante es que vamos a repensar lo que significa el éxito. Comenzaremos a hablar de calidad, en lugar de cantidad y eso nos puede hacer avanzar mucho».
El futuro. En este sentido hay algo de lo que se habla poco y es qué ocurrirá con aquellos que no se infecten por COVID-19. ¿Serán más vulnerables la próxima estación?
«Tenemos que atravesar este ciclo - concluye Linial - y hacerlo de la forma más exitosa posible, lo que significa reducir los contagios y ganar tiempo.Porque COVID-19 vendrá también el año que viene, no lo olvidemos. Y desconocemos si quienes lo contrajeron estarán más protegidos, como se supone, o serán más vulnerables. Por eso es tan importante ganar tiempo y confirmar cada nuevo paso que damos, sea hacia una vacuna, hacia un tratamiento o en el conocimiento del virus. Pero los tenemos que hacer entre todos y la comunidad científica debe ser compartir información para ello y que no haya una carrera interesada en conseguir una solución».
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