La socialista Sandra Gómez pide abrir un debate sobre la continuidad de la monarquía

La vicealcaldesa de Valencia, la socialista Sandra Gómez, ha declarado este martes que “la pérdida absoluta de confianza” ante lo ocurrido con el rey emérito y su salida de España “conlleva que tome más fuerza la posibilidad de abrir un debate sobre nuestra forma de jefatura de Estado”.

En declaraciones remitidas por el grupo municipal socialista, Gómez califica de "grave y decepcionante" que Juan Carlos I "huya del país, en plena polémica por comportamientos corruptos vinculados con su posición y cargo público, que no con su vida privada, es sobre su vida y cargo público, sobre el uso que se ha hecho y aprovechamiento dada su especial posición".

A su juicio, “esa pérdida absoluta de confianza” que cree que impera en España ante lo ocurrido hace que “tome más fuerza la posibilidad de abrir un debate sobre nuestra forma de jefatura de Estado. Hay que tener en cuenta que es una decepción muy importante para muchas personas y que va aparejada a un desgaste de la figura institucional”.

Por su parte, los grupos parlamentarios de Compromís y Unides Podem en Les Corts Valencianes han asegurado que el rey emérito debería quedarse en España y rendir cuentas ante la Justicia, y devolver el dinero si se dirime que tiene responsabilidades.

La diputada de Compromís Aitana Mas ha calificado de “vergüenza”, al ser preguntada por esta cuestión en los pasillos de Les Corts, la marcha de España de Juan Carlos I, ya que considera que debe quedarse en el país, atender a la Justicia, contestar sus preguntas y rendir cuentas y, si tiene responsabilidades, “devolver el dinero”. Para Mas, el rey emérito ha hecho “una huida hacia delante, dejándonos desamparados en plena pandemia, en una situación de crisis económica grave, haciéndole un flaco favor a la monarquía”, y esta situación “nos hace replantearnos qué modelo de Estado queremos a partir de ahora”.

También la diputada Naiara Davó, de Unides Podem, ha señalado que la “huida” al extranjero es “un comportamiento indigno” de un exjefe de Estado y deja “en una situación muy comprometida a la monarquía”. Según Davó, en la España del siglo XXI cualquier ciudadano debe rendir cuentas ante la Justicia y, por eso, Juan Carlos I “debería volver y estar al alcance de las instituciones, la democracia y la ciudadanía”.