Tribunales

Juzgan a unos padres por agredir, vejar y enviar a por droga a sus 5 hijos

Mantenían relaciones sexuales delante de ellos y les obligaban a mendigar

Furgón de la Policía Nacional
Furgón de la Policía NacionalBiel AliñoAgencia EFE

La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Castellón juzgará el próximo lunes a una pareja que se enfrenta a 15 años de prisión cada uno por haber maltratado física y psicológicamente de manera continuada a sus 5 hijos menores de edad -de entre 2 y 10 años-, haberles vejado, usado para ir a por droga, para practicar la mendicidad e incluso, una de las menores, haber sufrido abusos sexuales.

Según el escrito de acusación de la Fiscalía, los cinco hijos menores de la pareja fueron declarados en situación de desamparo en noviembre de 2009 e ingresaron en un centro de menores de Castelló en mayo de 2010 -cuando tenían entre 2 y 10 años- al quedar patente que sus progenitores “no afrontaron el menor cuidado” de ellos, incumpliendo de manera “grave y reiterada los deberes inherentes de la patria potestad”.

Los menores sufrieron alimentación inadecuada, ropa no apropiada o en mal estado y presentaban delgadez, retraso en el desarrollo, dificultades en las relaciones, absentismo escolar, desescolarización con “absoluta falta de respuesta y colaboración de los progenitores, drogodependientes, y con reiterado incumplimiento de los compromisos adquiridos en el Plan de Intervención Familiar que habían suscrito en 2006.

Los niños acudían sucios al centro escolar, sin almuerzo, desaliñados, con falta de higiene personal, con aspecto triste y cansado. Alguno de ellos presentaba desarrollo físico inadecuado. Una de las menores se ocupaba de sus hermanos y de las tareas de la casa, y llegaba a ejercer la mendicidad.

Mientras los menores convivieron de forma más o menos regular con sus padres fueron víctimas de una situación de “completo abandono”, la cual se vio agravada por conductas de tipo vejatorio ya que les infligían malos tratos psicológicos y físicos, especialmente la madre, quien “de forma dominante y activa imponía a sus hijos a dichas situaciones”.

A tres de los niños les agredía físicamente “con crueldad” y de forma continuada, “tirándoles del pelo, arrastrándoles por el suelo, golpeándoles con objetos como palo, cinturones, hebillas, hierros, y en una ocasión poniendo a un niño con un recipiente de comida hirviendo en la zona genital”.

Los padres eran consumidores de sustancias tóxicas, especialmente heroína y cocaína, y tres de los niños se ocupaban de suministrar la droga que sus padres dejaban a su cargo, de ir a buscar droga de otros consumidores conocidos y agujas para sus padres, “llegando los menores a probar tales sustancias”.

La madre ofrecía servicios sexuales por dinero, y en ocasiones robaba a sus clientes, a veces usando a sus hijos, quienes además eran usados para practicar la mendicidad.

Los padres mantenían relaciones sexuales delante de los niños, les hacían ver películas pornográficas y una de las menores fue objeto de abusos y agresiones sexuales por parte de un familiar y de una de las parejas de la madre cuando tenía 6 ó 7 años.

Los niños han sufrido gran interferencia en su salud mental y en el desarrollo de su personalidad, con serios problemas de relación y conducta que vienen precisando de atención terapéutica continuada. La menor que sufrió abusos sexuales sufre además estrés postraumático complejo, varios trastornos y presenta graves secuelas psicológicas, por lo que ha sido declarada judicialmente incapaz.

Todos los niños presentan trastornos, rasgos disfuncionales de personalidad, alteraciones de estados de ánimo y secuelas psicológicas graves y de diversos tipos.