Agricultura

La cosecha de cereales es la peor de los últimos 20 años, según La Unió

La sequía persistente ha sido la culpable de la situación

Vista de un campo de cultivo en una carretera en las inmediaciones de Kiev 27 de abril del 2022 en Kiev (Ucrania). Siete de cada diez hectáreas de Ucrania son parcelas agrarias, plantadas sobre todo con maíz, cereales y girasoles que sirven de alimento al mundo. Con el país en guerra y dificultades de exportación, la crisis ucraniana amenaza con llevar el hambre afuera de sus fronteras, según explica a EFE Pierre Vauthier, responsable de la FAO en Ucrania. EFE/ MIGUEL GUTIÈRREZ
La cosecha de cereal es la peor de los últimos 20 añosMIGUEL GUTIERREZAgencia EFE

La Unió Llauradora ha lamentado este lunes que la campaña de cereales de este año, ligeramente superior a las 17.000 toneladas en la Comunitat Valenciana, será un 64 por ciento inferior a la del pasado año y "la peor de los últimos 20 años".

En general, la reducción de producción se ha situado por encima del 50 por ciento en todos los cereales, pero en avena o triticale -híbrido entre trigo y centeno- ha superado el 80 por ciento.

En la cebada, que representa más del 60 por ciento de la producción total de cereales, la producción se ha situado próxima a las 11.000 toneladas, lo que va a representar una reducción del 57 por ciento.

El segundo cultivo en importancia es el trigo, con una producción ligeramente superior a las 4.000 toneladas y una merma también del 57 por ciento.

En el resto de las zonas productoras del Estado se calcula que la producción ha sido la más baja de los últimos 30 años, con un descenso sobre la campaña 2022 de más del 40 por ciento.

Según el sindicato, la sequía persistente ha sido la culpable de esta reducción drástica de la producción, pero también ha tenido una importancia relativa algún episodio climatológico desfavorable que ha alterado las condiciones de crecimiento del cereal.

Además, afirman que las lluvias de finales de mayo y junio llegaron "a deshora y que, lejos de mejorar la situación, provocaron una emergencia de malas hierbas que ha incrementado la reducción de cosecha".

De hecho, informan que apenas el 10 % de la superficie de cereal del territorio valenciano es de regadío, concentrándose en la Vega Baja, por lo que la influencia climatológica ha sido "determinante".

Otro factor que también ha sido decisivo ha sido los ataques de fauna salvaje, especialmente jabalíes, que en algunas zonas ha supuesto "un grave perjuicio" para los productores.

"La producción ha sido tan baja que no vale la pena entrar a cosechar, ya que al tener un rendimiento inferior al 90 %, el coste de recolección es muy superior al valor de lo cosechado”, por lo que en cantidades absolutas aún ha habido menos producción finalmente cosechada respecto de la esperada.

Para la actual campaña, las perspectivas iniciales eran buenas y fruto de estas, en la Comunitat Valenciana, a diferencia de otros años en las que se reducía permanentemente la superficie cultivada, esta no solo se ha mantenido en 25.000 hectáreas, sino que ha aumentado ligeramente, principalmente en trigo con un incremento del 12 % respecto de 2022 y avena con un aumento del 6 %.

La producción de cereales se concentra casi exclusivamente en las comarcas de interior. Utiel-Requena, con el 18 % del total cultivado, es la comarca con mayor superficie, seguida del Valle de Ayora con el 16 %, Alto Vinalopó, Els Ports y La Serranía con 11 %, 10 % y 9 %, respectivamente.

En cuanto a la producción de la Comunitat Valenciana, a pesar de representar menos del 1 % de la producción estatal, tiene una gran importancia territorial en las comarcas de secano de interior. Por ejemplo, en la comarca de Els Ports el cultivo de cereales ocupa el 40 % de la superficie cultivada y en la del Valle de Ayora el 27 %.

Desde La Unió, consideran que las ayudas por la sequía "son insuficientes para compensar las graves pérdidas" y que "es necesario articular políticas que aseguren la renta de las zonas más desfavorecidas de la Comunitat Valenciana".

Por ello, piden políticas como seguros agrarios que bonifiquen o adecuen los rendimientos, así como poder asegurar por parcela el riesgo de no nascencia.

En este sentido, reivindican que se implemente una intervención territorial "para dar apoyo a los cultivos de secano tradicionales y de baja rentabilidad (olivar, frutos secos, viña y cereal), con el objetivo de mantener una actividad económica en zonas con riesgo de despoblamiento".

Desde La Unió instan a que la nueva Conselleria de Agricultura tome buena nota de la "desastrosa campaña" y actúe en consecuencia. EFE

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