Biografía
Ignacio Peyró: «Julio Iglesias es el mayor triunfador español de la historia»
En «El español que enamoró al mundo», el autor cuenta la relación del cantante con la Comunitat Valenciana
Aunque Julio Iglesias es un personaje universal y poco pegado a terruños concretos, Valencia y la Comunidad Valenciana han estado muy presentes en la vida privada y pública del artista madrileño desde muy joven.
Julio Iglesias ha ofrecido conciertos gloriosos y memorables en Valencia en Alicante, en Benidorm… y a lo largo de décadas ha disfrutado del sol, del paisaje y del marisco mediterráneo. Aunque le hemos conocido paseándose entre flashes y multitudes, también se ha bebido a sorbos todo lo que ha ido escogiendo durante sus paseos privados por tierra mar y aire en el territorio valenciano. Veamos:
Cuando se reponía de aquel accidente que le dejó paralítico en 1962, su venerado padre, el ginecólogo Julio Iglesias Puga encontró en Peñíscola el lugar idóneo para pasar los veranos en busca de la recuperación del joven futbolista y estudiante de Derecho gravemente herido. Peñíscola era un pueblo medieval de pescadores recién descubierto por el rodaje de «El Cid» con Charlton Heston y Sophia Loren y un remanso de tranquilidad para unos cuantos veraneantes madrileños.
Cuando Julio, durante su larga y penosa convalecencia comienza a componer hospitalizado, con una guitarra que le regala un enfermero, se presenta en el Festival de Benidorm en 1968 con una de sus primeras canciones ¡Y lo gana con «La vida sigue igual»!, arrancando la carrera artística más fulgurante y meteórica de un español nunca vista en la vida.
En el año 1996, en Valencia, acompaña a José María Aznar durante el impresionante mitin de cierre de campaña celebrado en el estadio de Mestalla, que dio pie a que el líder del centro derecha se convirtiera en presidente del Gobierno de España pocas horas después. Con Eduardo Zaplana, una de sus más peligrosas compañías, fue ungido como «Embajador de la Comunidad Valenciana» para la promoción de nuestro territorio aunque resultó salpicado por las polémicas que rodearon el proyecto, incluido su contrato blindado.
También por aquellas fechas hizo sociedad con empresarios valencianos en urbanizaciones de la Costa Blanca alicantina, mientras le sorprendía en Valencia la demanda por un hijo ilegítimo que jamás pudo demostrar en los tribunales que lo fuera.
Y así podríamos continuar y así lo comentamos con Ignacio Peyró, periodista, director del Instituto Cervantes de Roma y autor del ultimo fenómeno envolvente sobre Julio Iglesias, quien a sus 81 años y ajeno a nuestra charla, vive tranquilo mientras pone en orden sus memorias entre la isla que compró en Bahamas y su residencia balinesa de Punta Cana.
Ignacio Peyró es autor del libro «El español que enamoró al mundo», en el que cuenta la historia amable de «el español más conocido del siglo XX tras Dalí y Picasso», según el autor. Yo, personalmente y por comprobación directa, creo que en muchos lugares del mundo, lo ha sido por encima de ambos, pero eso tendría que demostrarlo y no hay tiempo ni espacio aquí y ahora. Mejor le preguntamos al escritor:
¿Cómo le cae Julio Iglesias sin conocerle, después de ir averiguando su vida durante dos años?
He disfrutado mucho y he descubierto muchas cosas buenas. Julio ha estado detrás de las grandes cosas que han pasado en nuestro país. Ha sido el primer hispano que conquistó Estados Unidos. Después vinieron Fernando Alonso, Rafa Nadal o Javier Bardem, pero fue él quienes les abrió las puertas.
¿Cómo queda Julio o ¡Huliooo! en su libro?
La de Julio Iglesias es una de las vidas más entretenidas que se recuerdan. Le ha pasado de todo. Es una biografía amable porque no he buscado polemizar ni entrar en detalles escabrosos. De eso ya se han encargado otros.
Al escucharle y leyendo el libro usted parece un converso. No sé si lo es...
Lo mismo me dicen que «cómo se nota que eres admirador», que «cómo se te nota que no lo admiras». Tengo que decir que Julio Iglesias es el mayor triunfador español de la historia y aunque en mi casa no se le escuchaba hay evidencias que no se pueden pasar por alto.
Hay otras evidencias en la vida del artista español que siguen conmoviendo a la sociedad aunque hayan pasado muchos años, como el secuestro de su padre a manos de la banda terrorista ETA.
ETA iba a por él. A quien querían hacer daño era a la estrella internacional y aprovechar su dinero y la propaganda extra que les proporcionaba el tener secuestrado al padre de Julio Iglesias. Ese es un episodio triste pero con final feliz, como todo lo que le ha ocurrido a nuestro hombre a lo largo de toda su vida. Tiene baraka sin duda.
Me llama la atención cuando dice que Julio Iglesias les dio lecciones de internacionalidad a los políticos de la transición.
Julio Iglesias les dio lecciones de cómo desenvolverse en el mundo internacional cuando políticos inexpertos internacionalmente tuvieron que salir por el mundo. Me refiero a Jordi Pujol a Felipe González o a José María Aznar, E incluso intervino como mediador y Relaciones Públicas en asuntos de Estado según cuento en el libro.
Si le soy sincero, no le pega mucho para su estilo escribir un libro sobre la vida de un «truhán y un señor», aunque sea un frívolo de fama universal.
Si hay una vida que merece ser contada es la de Julio Iglesias. Él y el Real Madrid fueron los ídolos españoles más relevantes de su tiempo. Ambos forman parte de la historia de España y de la historia de la Hispanidad.
Pues no lo piensen. Si quieren conocer la historia de la vida de Julio Iglesias, bien contada, por un periodista que no era admirador del cantante, les recomiendo leer «El español que enamoró al mundo».