La vuelta al “cole”: Primero los alumnos de cursos de final de etapa y los últimos, infantil

El conseller de Educación, Josep Bargalló, ha instado a todas las fuerzas políticas parlamentarias a “trabajar de manera sistemática en la elaboración de un plan de reconstrucción del sistema educativo que aborde las necesidades del próximo curso 2020-21 y que tenga visión de futuro”.

Consciente de las "graves repercusiones que la pandemia tendrá en el sistema educativo", y ante la comisión de Educación del Parlament, Bargalló ha instado a los grupos parlamentarios a "celebrar reuniones sistemáticas semanales para establecer las prioridades y necesidades educativas" y "garantizar el acceso a la educación con igualdad de oportunidades".

El próximo curso "será muy diferente al que teníamos previsto", ha reconocido Bargalló, ya que los alumnos y profesores "vendrán de una situación muy difícil", en la que el "país habrá cambiado y la práctica educativa también", por lo que "tendremos que afrontar necesidades que no habíamos previsto".

Sobre la reapertura de los centros, Bargalló ha afirmado que "forma parte del plan de desconfinamiento que elabora el Govern" y que se aprobará a finales de esta semana.

El plan prevé medidas como que "los primeros en ocupar las aulas sean los alumnos de cursos de final de etapa" y que los de infantil "sean los últimos", ha avanzado el conseller.

"Para todos debemos garantizar distancia social, por lo que aspectos como el transporte escolar también se deben tener en cuenta, además de la desinfección de los centros", ha añadido.

Sobre el presupuesto que está previsto que el Parlament apruebe a finales de esta semana, el conseller ha afirmado que "es evidente que lo modificaremos".

En cuanto al calendario de pre-inscripción, el conseller ha afirmado que "es un proceso administrativo parado por el estado de alarma", y ha añadido que ha trasladado a la ministra de Educación que "pida al Ministerio de Sanidad la suspensión de este trámite de manera particular".

En el caso de que la pre-inscripción se pueda llevar a cabo "estamos preparados para hacerlo telemáticamente", pero "hay que garantizar la vía presencial para las familias que no pueden".

Según Bargallo, para la pre-inscripción "necesitamos unos 6.000 equipos de protección individual" y establecer un sistema de cita previa para que "la presencialidad sea mínima".

"La previsión con la que trabajamos es poder hacer la pre-inscripición sobre la segunda semana de mayo o a finales de ese mes, con lo que podríamos planificar el curso y empezar en septiembre en las fechas normales", ha añadido.

La evaluación del tercer trimestre "es diagnóstica y no condiciona los resultados de las dos anteriores", ha recordado el conseller, por lo que el curso que viene "tendremos que conseguir que los alumnos hagan lo que no han podido hacer en éste".

Para ello, Bargalló ha señalado que el profesorado deberá elaborar un informe que refleje el aprendizaje y evolución del alumnado con materias suspendidas.

En cuanto a las actividades de verano que tengan un carácter educativo, el conseller ha recordado que los "casals de verano tradicionales de Cataluña son de educación en el ocio", y ha apelado al "talento de las entidades y profesionales que los organizan y trabajan en ellos" para "compensar algunas faltas académicas y, sobretodo, acompañar emocionalmente a los niños".

Con el objetivo de hacerlos extensivos al máximo posible de alumnos vía becas, el conseller ha aludido a la "necesaria inversión y fondos del ministerio", mientras que "nosotros aportaremos nuestra experiencia".

Los grupos parlamentarios, que han aceptado la propuesta de Bargalló de trabajar sistemáticamente para elaborar el plan educativo, han coincidido en que la actual emergencia ha puesto de relieve las desigualdades entre alumnos y la brecha digital.

Sobre este punto, el conseller ha advertido que "se puede volver a producir y tenemos que estar preparados ahora y en el futuro"

Acerca de las 52.000 familias que Educación ha detectado sin acceso a tecnología para seguir las clases, Bargalló ha asegurado que "se están acabando de configurar de manera personalizada 22.000 paquetes con conectividad".

La preferencia es que lleguen a 8.000 alumnos de sexto de primaria, cuarto de ESO, segundo de bachilleratos y los que finalizan etapa en FP, y después al resto de alumnos, priorizando los de los Centros de Máxima Complejidad.

Desde el inicio de la pandemia "una de las prioridades de Educación fueron los más vulnerables", por lo que "buscamos cómo hacer llegar a las familias las becas comedor", ha afirmado.

Bargallo ha cuantificado el coste de las becas comedor en una inversión de 6 millones cada dos semanas, con lo que de momento se han invertido 17,4 millones desde la carga inicial y con las dos recargas ya efectivas.