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Encuentran en Israel uno de los eslabones perdidos del alfabeto

La palabra que aparece escrita en esta cerámica es ’'esclavo’'
Academia Austriaca de CienciasAcademia Austriaca de Ciencias
La Razón

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Los arqueólogos son como los exploradores y se sienten atraídos por esos espacios en blanco que suelen quedar en la Historia. El hombre siempre ha necesitado sitios ignotos que estimulen su imaginación y ahora que Google ha mapeado el globo terráqueo hasta los espacios más recónditos de su geografía y ya no existen lugares que escondan dragones, el pasado se ha convertido en una geografía atractiva y misteriosa para internarse en ella y, a la luz de tanto «best seller», da para mucho. Uno de los puzles que todavía permanece incompleto es el de la expansión y desarrollo del alfabeto, que aún se muestra caprichoso y elude muchas respuestas. Algunos de los restos más antiguos de la escritura alfabética, de letras que corresponden a sonidos, se habían encontrado en Egipto alrededor del 1800 a. de C., pero después se desplegaba delante de los estudiosos una amplia cronología sin demasiadas pistas interesantes que se extendía hasta 1300 a. de C. y que impedía reconstruir el árbol evolutivo.
Según informa «Le Figaro», la revista «Antiquity» ha anunciado que un equipo de investigadores, dirigidos por Felix Höflmayer, del Instituto Arqueológico de Austria, ha encontrado en Laquis, una ciudad nombrada por la Biblia y que se encuentra a menos de cincuenta kilómetros de Jerusalén, el fragmento de una cerámica con una inscripción somera con letras relacionadas con esta escritura.
El hallazgo se produjo en las inmediaciones de las murallas y pertenecía a una vasija destinada para recoger leche, adornada con motivos geométricos y de un tamaño más bien modesto. Se ha recuperado de unos estratos sin revolver que han ayudado a anticipar una primera datación y que anima a los científicos a fecharla alrededor del siglo XV a. de C.. Un dato que retrasa un siglo la presencia del alfabeto en la zona.
Esto lo convierte en uno de los eslabones más antiguos y más importantes para reconstruir su difusión en el Levante. Este descubrimiento mínimo, pero trascendental para comprobar cómo se desarrolló el alfabeto, da pie a pensar en el origen de esta pieza y por qué precisamente ha aparecido en este yacimiento israelí de Tel Lachish, un lugar, por cierto, donde ya se habían encontrado con anterioridad otros objetos con inscripciones que hicieron reflexionar a los responsables de la excavación si se trataba de escritura alfabética.
Por ahora, lo que se sabe es que este momento de la historia coincide con un periodo de hegemonía en la zona del pueblo de los hicsos, que se impusieron en la región, y con las rutas comerciales que se abrieron entonces en Oriente Medio. La primera e inquietante traducción que se ha dado a la palabra identificada no invita demasiado a la alegría. Parece ser que quiere decir «esclavo».
Aunque existen muchos contextos en que se puede hallar este término, desde luego, no es que anime a ser optimista, aunque, no se puede negar, que arroja algo sobre la condición humana: lo poco que cambia a lo largo de los siglos.