El David de Miguel Ángel se llena de fisuras y grietas
Los encargados del mantenimiento de una de las obras más importantes del arte, el David de Miguel Ángel, han descubierto que la escultura tiene unas pequeñas grietas en sus tobillos, piernas y torso que ponen en peligro su estabilidad.
Esto se puede deber a que la escultura tiene una inclinación de cinco grados, producida por el podio sobre el que descansaba en la plaza de la Señoría, que no sería del todo uniforme, y sobre el que El David pasó unos 400 años.