El paisaje como excusa
Una exposición en la Galería Marlborough bucea en la mirada que varios pintores dedican a la naturaleza como tema
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Desde siempre, desde que los pintores supieron que la naturaleza era uno de los terrenos más fértiles para su propia creatividad, el arte ha mirado con buenos ojos al paisaje. Ese es el tema principal de la exposición que en estos días puede verse en la Galería Marlborough de Barcelona y que cuenta con algunos de los grandes maestros del arte contemporáneo, con diferentes maneras de aproximarse a un terreno en el que parece que queda mucho por decir tras visitar esta interesante propuesta expositiva.
Son artistas que suelen expresarse a través de este campo, convirtiendo en una excusa para fijar en el lienzo su personal manera de entender la pintura, su particular perspectiva del hecho plástico, en muchas ocasiones con la complicidad del espectador ante el cuadro.
Si bien la totalidad de piezas en Marlborough son de una evidente figuración, hay también espacio para las sorpresas. Dos de ellas vienen firmadas por uno de los grandes maestros de la pintura catalana de la segunda mitad del siglo pasado: Joan Hernández Pijuan. Son dos gouaches en los que el artista expresa con pocos elementos, con una evidente delicadeza minimalista lo necesario para que el público pueda comprender el paisaje que ha ideado. Son una pareja de cuadros con veinte años de distancia entre la realización del uno y del otro, pero que crean un fantástico diálogo que no deja indiferente por su impacto y calidad. Siguiendo con esta línea, igualmente abstracto es Juan Navarro Baldeweg, en el lienzo «Puente II», un buen ejemplo del juego de formas que desarrolla el pintor.
De un orden muy diferente es la serie de cuadros reciente realizados por Abraham Lacalle, titulados «Neumático», «Bandera» y «Potro con arcos». Es una pintura la repleta de una voluptuosidad colorista, una de las principales características de su lenguaje. El paisaje también le sirve para crear historias de corte bélico, así como para hacer evidente su irónica visión del mundo en el que le ha tocado vivir y pintar.
Otro nombre a tener en cuenta en este recorrido es el de Alfonso Albacete, también con una colección formada por tres telas, también ejecutados en los últimos años. Su pintura plantea un pleito interesante como es el provocado de la relación entre el hombre y el paisaje. Para ello recurre a una pincelada gruesa, donde el pincel dibuja con fuerza la vegetación con la impacta al instante al espectador. Muy representativo de eso es una pieza titulada «Natura seis (Plegaria)».
Por su parte, Juan José Aquerreta se hace casi otoñal en las obras expuestas en Marlborough. Son paisajes de una pronunciadísima melancolía, sacados de su Pamplona natal, ciudad que se ha convertido en una obsesión pictórica de resultados deslumbrantes a los ojos del público.
Dónde: Galería Marlborough. Enric Granados, 68.
Cuándo: Hasta el 31 de octubre.