Carmen Iglesias, cuatro años más

La directora de la Real Academia de Historia fue ratificada en el cargo por amplia mayoría.

Se presentaba Carmen Iglesias a la reelección como directora de la Real Academia de la Historia y el resultado fue contundente: 28 votos a favor y 3 en blanco en una votación que terminó a las 7 de la tarde de ayer y que cumplió con los pronósticos que se manejaban. De esta forma, la que se convirtió el 12 de diciembre de 2014 en la primera mujer al frente de una academia estará en el cargo hasta 2022.

«Ahora lo que toca es consolidar todo lo que hemos hecho durante este tiempo, unos ajustes muy severos que tuvimos que practicar desde el principio. La crisis, como en todas las instituciones, dejó aquí un déficit absolutamente imposible y a día de hoy ya ha desaparecido. Estamos equilibrados financieramente», comentaba ayer Iglesias a la salida de la sesión. Un desahogo ante el que la directora tampoco quiere relajarse: «No sobra nada», apuntaba de una casa en la que «somos pocos, pero muy entusiastas y polivalentes. Todos hacemos de todo».

Respecto a lo que vendrá en el próximo mandato, la historiadora advierte de que «habrá sorpresas», sin dar más detalles. Donde sí quiso profundizar es en el Diccionario Biográfico Electrónico (DB~e), que con sus 60.000 páginas subidas a la red se ha convertido en uno de los puntos más fuertes desde su llegada. «Ahora Google España nos está ayudando en el posicionamiento y seguimos aumentando las biografías e impulsando las aplicaciones después del Quality Innovation Award 2018 que nos concedieron en noviembre. Y, además, hemos empezado un proyectos con algunas comunidades autónomas para llevar el DB~e a las aulas de Primaria». Todo con el mismo objetivo: mostrar la «polifónica» historia de España, como la recoge el Diccionario que, tras su presentación en mayo, ha superado ya el millón de consultas.

Fuera de la RAH, en el currículum de Iglesias también destaca su pertenencia a la otra gran academia, la RAE, donde ocupa la silla E mayúscula desde que tomó posesión en 2002. Además, la Premio Nacional de Historia de 2000 también es catedrática de Historia de las Ideas Morales y Políticas de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid y de Historia de las Ideas y Formas Políticas de la Complutense. Un expediente por el que en 2014 el entonces Rey Juan Carlos le concedió el título de condesa de Gisbert por su «brillante e intensa labor académica y docente».