Valladolid

«Zonda», el baile más aburrido de Carlos Saura

Los hermanos palestinos Tarzan y Arab Nasser, posan durante la presentación de hoy de su película "Dègradè"
Los hermanos palestinos Tarzan y Arab Nasser, posan durante la presentación de hoy de su película "Dègradè"larazon

Los festivales representan el último refugio del cine, dado que hay algunas ciudades que no cuentan con sala de exhibición, por más que en sus afueras hayan centros comerciales con muchas pantallas generalmente vacías. Valladolid como festival es el único que año tras año ve disminuir la asistencia de espectadores. Lo cual es una lástima.

Para empezar, una película de la sección oficial, fuera de concurso, titulada “Zonda, folcore argentino”, de Carlos Saura, quien en 2009 recibió aquí mismo una Espiga de Honor. La lista de premios a lo largo de la carrera de Saura es inmensa. Últimamente, parece especializado en películas documentales musicales, en este caso queda patente su talento como realizador al abordar esos bailes y canciones de ese folclore. Pero es muy flojo como largometraje, o mejor, pobretón. Hace muchos años, Alfredo Alaria hizo una extraña y magnífica película, llamada “Diferente”, dirigida por Luis María Delgado, donde había varios bailes de los que ahora recoge Saura, mucho mejor filmados.

El film a concurso, “Aurora”, de Rodrigo Sepúlveda, producción chilena, anuncia que la historia que cuenta es real. Esa no es ninguna cualidad. El cine es contar historias que sean creíbles y el señor Sepúlveda no parece que sepa hacerlo y logra un producto bobo y grotesco. De los otros dos, la película iraní “Nahid”, de Ida Panahandeh, narra la dureza de la vida de una mujer divorciada en esa sociedad. Destaca algo discutible, si el amor a un hijo es superior al atractivo de una relación sexual adulta. Curioso también que en esa sociedad se acepta el matrimonio temporal, aunque queda claro los otros conflictos que dicha fórmula genera. Pero es una película más que estimable que explica perfectamente y critica tal estado social.

El tercero, “Dégradé”, de Tarzan y Arab Nasser, es un primer largometraje de producción palestina. En la conflictiva zona de Gaza, una peluquería de mujeres. Fuera, una guerra originada como todas por una tontería. En este caso, un tipo que tiene un león y ello molesta. Es una magnífica película que aborda el conflicto y, al mismo tiempo, refleja una sociedad femenina absolutamente sometida al varón. De momento, sigue el buen nivel de esta edición de la SEMINCI.