Festival de Sitges: «Pet», cuidado con las mascotas
Carles Torrens cuenta una historia desbocada con un brillante final
Cincuenta años de “Star Trek”, el primer largometraje dirigido por Robert Wise. Se ha proyectado la película, dicen que es una copia un poquitín más amplia que la original, ya juzgarán ustedes cuando la vean. Lo que ocurre es que para los de cierta edad el recuerdo del filme es la serie de televisión en glorioso blanco y negro. La nave Enterprise, el Capitán Kirk y, sobre todo, Mr. Spock hemos envejecido juntos. Eran otros tiempos. Vamos con las películas y empecemos con las realmente fantásticas: “Mon Age”, de Harry Cleven. En ella una señora da a luz un bebé invisible. El niño crece, la madre dice que nunca debe de salir a la calle porque asustaría a la gente y conoce a una vecinita ciega. Trata relación con ella, porque puede tocar y oler al chico invisible. Pasan los años, la joven se convierte en mujer y recobra la vista y empieza el sinsentido, el niño mayor se coloca a su espalda y le dice que se tape los ojos para que siga estando ciega. La idea del autor es escribir una historia de amor extraña, aunque se podría hacer mejor en un cortometraje de veinte minutos.
“Pet”, de Carles Torrens, es una historia violenta con reminiscencias de “El coleccionista” de William Wyler. Una perrera, el amor de un empleado por la protagonista, no correspondido, ante lo que decide encerrarla en una jaula en un sótano. Muy buena película de violencia desbocada, bastante bien contada, mejor estructurada y con un brillantísimo final. También se proyectó “Desierto”, de Jonás Cuarón, uno de esos filmes que se puede englobar en ese amplio espectro que es la categoría de "cualquier"película. Cuenta la historia de unos emigrantes clandestinos procedentes de México y que llegan a EE UU. Un cruel cazador norteamericano acompañado de un perro aún más cruel los va acorralando, hasta que el protagonista Gael García Bernal se toma la revancha. Una cinta bastante entretenida y recomendable, aunque la trama sea muy lineal y sin demasiadas sorpresas. Por último, “Raw”, dirigida porJulia Ducournau y en la que la fantasía está literalmente cogida por los pelos. Situémonos: Facultad de Veterinaria, la protagonista vegetariana sufre las típicas novatadas de los veteranos, entre las que se encuentra su hermana mayor, pero a diferencia de cientos de películas de cine de estudiantes, todas bastante divertidas, ésta está desprovista de toda gracia. Como novatada la hacen tomar carne cruda y, claro, se pone malísima. ¿Dónde está el terror? Como no sea que ambas hermanas tiene una enfermedad hereditaria que las obliga a comer carne cruda de personas vivas... Un trabajo bastante flojo.