«Gaugin»: Pintor sin entrañas
Director: Edouard Deluc. Guión: E. Deluc, E. Comar, T. Lilti, S. Kaminsky. Intérpretes: Vincent Cassel, Tuheï Adams, Malik Zidi. Francia, 2018. Duración: 102 minutos. «Biopic».
«Esta es pintura que sale de las entrañas, como el esperma sale del mismo sexo», escribía Van Gogh de la obra de su admirado Paul Gauguin. Poco se percibe esa visceralidad, esa sensualidad, en la película de Edouard Deluc, centrada en los dos años en los que el pintor vivió en Tahití buscando la pureza de un paraíso atávico, lejos de la civilización europea. El filme viene a demostrar que un artista siempre es portador de los virus de los que pretende purificarse, y que por mucho que produzca imágenes tan bellas y fauvistas como los cuadros de Gauguin, su paso por el edén está predestinado a sucumbir a los grises tormentos del bohemio con ínfulas románticas. La fuerza interpretativa de Vincent Cassel nos mantiene en vilo mientras le oímos gruñir entre óleos, entregado a una relación amorosa con una menor que acabará devorada por un tsunami de celos, pero no es suficiente para sostener un «biopic» que ni siquiera tiene el talento de despertarse con sus propios ronquidos.
LO MEJOR
Vincent Cassel está especialmente creíble como este Gaugin anacoreta fascinado por una cultura exótica
LO PEOR
Se equivocan quienes piensen que verán un «biopic» de artista distinto a los cientos que le preceden