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«Gru: Mi villano favorito 3»: De aquí a la eternidad amarilla

La Razón

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Directores: Pierre Coffin y Kyle Balda. Guión: Cinco Paul y Ken Daurio. Voces originales: Steve Carell, Kristen Wiig, Miranda Cosgrove, Julie Andrews. EE. UU., 2017. 90 min. Animación
Soy un chico malo, pero mucho. Era el mantra de una famosa estrella infantil, una jovencita mente criminal, de la televisión en los años 80, Balthazar Bratt, que tras algunas temporadas fue despachado de malas maneras y acaba de adulto convertido en un supervillano como un palillo de hombreras y tupé, un tipo estrafalario que se contonea bastante chulo al ritmo de Michael Jackson mientras barrunta cómo fastidiar al planeta. A éstas, Gru, casado con Lucy y, recuerden, padre de tres niñas, acaba de perder su empleo en la Liga Antivillanos, precisamente, porque deja escapar al escurridizo Bratt. Pero los problemas crecen a buen ritmo, y el protagonista acaba de enterarse de que tiene un gemelo multimillonario, simpático, extrovertido, todo lo contrario a Gru, y, para colmo, con una melena rubia que ya la quisiera para sí el alopécico grandullón. Dru, que así se llama el tipo, invita entonces a toda la familia para que conozcan la fabulosa mansión que posee con una idea en la cabeza: que ambos hermanos se unan para llevar a cabo un último golpe. Ahora bien, ¿volverá Gru por el mal camino? Superior a la anterior entrega de la saga, más enérgica, trepidante y «bailona», sabe equilibrar el filme la parte emocional de la historia con varias escenas de acción realmente espectaculares y el cachondeo que siempre provocan las apariciones protagonizadas por los menuditos Minions, tan divertidos y entrañables que fueron compensados en 2015 con un «spin-off» solo para ellos. La vida real debería estar teñida de amarillo. Seríamos mucho más felices.
LO MEJOR
Las escenas, número musical incluido, de los Minions en prisión; siguen siendo lo mejor de la saga
LO PEOR
Precisamente, nos preguntamos si estos filmes seguirían interesando lo mismo al público sin ellos